Sociedad

Poda del olivo joven: cómo optimizar el proceso

Dependiendo de la variedad de olivo, habrá que tener en cuenta algunos parámetros concretos a la hora de realizar la poda

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  • Un olivo.
  • Las plantaciones de olivos suelen tener un espacio dedicado a la presencia y crecimiento de olivos jóvenes

Extremar los cuidados sobre los cultivos de olivos es algo esencial para el buen desarrollo del crecimiento de los árboles y, por tanto, asegurar la cantidad y la calidad en las cosechas.

Sobre todos los procesos de cuidados y mantenimiento que se llevan a cabo a lo largo del año, la poda del olivar es una a la que mayor atención hay que prestar, sobre todo en el caso de los olivos jóvenes, cuyas características son algo distintas a los olivos adultos.

¿Y por qué es así? Es en estas primeras etapas de vida es donde se debe trabajar para dar forma y asentar la estructura del árbol, así como fortalecer sus raíces y su tronco. Esto demuestra la importancia de cuidar la poda del olivo joven para convertir los ejemplares en interesantes árboles en la edad adulta.

Olivo joven: cuidados en la poda

Las plantaciones de olivos suelen tener un espacio dedicado a la presencia y crecimiento de olivos jóvenes. Es habitual que, a la hora de trabajar con estos concretos árboles, el agricultor se pregunte cómo podar un olivo joven.

En el olivo joven se lleva a cabo lo que se llama la poda de formación. Esta, como se ha señalado, sirve para definir la estructura que va a tener el ejemplar en el futuro. Es de vital importancia para crear un árbol que pueda sostener su propio peso y en el que se propicie una forma cómoda para el crecimiento de las ramas y, por qué no, hacer más fácil y rápida la recogida de fruto cuando llegue el momento.

Diferencias según el tipo de especie

Dependiendo de la variedad de olivo, habrá que tener en cuenta algunos parámetros concretos a la hora de realizar la poda. Pese a ello, es posible establecer una serie de reglas generales para realizar la poda del olivo joven.

Básicamente, el objetivo en todo caso es dar forma a la copa, seto o el eje del árbol. Para ello, el primer año de plantación se fija un tutor para el crecimiento del tronco lo más vertical posible y se define la altura que tendrá, y que debe estar en torno al metro veinte.

El segundo y tercer año, la poda se centra en eliminar los brotes que salgan debajo de la atadura que sirve como referencia para el crecimiento controlado y se quitan todos los brotes que puedan quitar fuerza a la estructura principal del árbol.

Es interesante no tocar demasiado la copa en estos primeros años, puesto que ya hacia el final de este periodo será el momento de darle la forma redondeada y fijar un buen número de ramas principales, que serán las que soporten la estructura principal del olivo joven.

Tras estos tres primeros años, la poda incorporará intervenciones directas en la zona de la copa, aunque los expertos recomiendan que todas las actuaciones sean ligeras y que no se eliminen más de un par de ramas cada año.

En esta forma paulatina de poda, el árbol crece con mejor salud y vigor y desarrolla su copa con más eficiencia.

Todos estos consejos de poda del olivo joven son ideales para el buen crecimiento de la vida de la planta y de sus frutos.

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