La parlamentaria andaluza de Anticapitalistas, Teresa Rodríguez, no va a desistir en su lucha para que haya una fuerza “capaz de poner por delante los intereses de la clase trabajadora de Andalucía”. Lo aseguraba así este lunes ante los medios, convocados en el Parque Genovés de la capital gaditana. Le acompañaban la senadora de Primavera Andaluza, Pilar González, así como el resto de diputados y diputadas de Adelante que han sido expulsados de la coalición. También estaba su pareja, el alcalde de Cádiz, José María González, con la pequeña Candela, la hija más pequeña de ambos nacida el pasado mes de septiembre.
En la cita se anunciaba el proyecto de “refundación” de Adelante Andalucía con la que aspiran a presentarse a las próximas elecciones generales. Después el enfrentamiento con Izquierda Unida por la polémica expulsión de Rodríguez y otros ocho diputados del grupo de Adelante Andalucía del Parlamento muchos se han preguntado qué pasará en Cádiz, donde la coalición del actual equipo de gobierno cuenta con IU (dentro de Ganar Cádiz en Común).
Sin embargo, y en la misma línea de las declaraciones del alcalde al respecto, Rodríguez cree que este nuevo proyeco de “refundación” es compatible con el actual pacto de gobierno en el Ayuntamiento gaditano. La parlamentaria considera que “es necesario construir espacios de reencuentro con personas y asambleas de Izquierda Unida y de Podemos que no entienden tampoco lo que ha pasado en el Parlamento; gente que a título individual, y de forma muy numerosa, nos han hecho llegar su incomprensión con las decisiones de sus direcciones. Por tanto hay que seguir buscando esos espacios de reencuentro, teniendo muy clara la lealtad a las ideas, es decir, la construcción de políticas de izquierda y la necesidad de ese sujeto propio andaluz”.
La diputada mantiene que lo ocurrido en el Parlamento con el grupo de Adelante ha sido “decisión de direcciones”, concretamente “direcciones a nivel estatal, ya que no sólo ha sido en Andalucía”. Asegura que “se ha cocinado en Madrid y en Sevilla”. “Ha sido un contubernio de decisiones políticas a nivel estatal, del PSOE, Podemos e IU, con la connivencia y el apoyo necesario, algo que también es grave, de la extrema derecha de Andalucía”.
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