En condiciones normales el municipio de Cartajima estaría celebrando en el día de hoy la XVI edición de su ya tradicional Cata de Mosto, pero este año se ha decidido suspender el evento a causa de la pandemia de Covid-19. A lo largo de su amplia trayectoria y gracias a su buena organización, que mejora edición tras edición, la Cata de Mosto de Cartajima ha logrado convertirse en un auténtico referente en cuanto a las fiestas de la provincia de Málaga que persiguen el objetivo de poner en valor y dar a conocer productos gastronómicos típicos. A modo de recordatorio, en los días previos a la cata de mosto en torno a una quincena de vecinos del municipio aportan a la organización del concurso una muestra de sus caldos, que desde ese momento optan a ser elegidos como el mejor mosto de la cosecha. A mediodía se desarrolla la cata oficial, que corre a cargo de un jurado experto que realiza una cata a puerta cerrada y a ciegas, es decir, sin tener conocimiento sobre qué persona ha elaborado cada caldo y, para ello, valora diferentes aspectos del mosto como, por ejemplo, la claridad, la nitidez, el olor o el sabor, lo que permite determinar cual resulta el ganador. Después los centenares de asistentes que acuden a la fiesta todos los años tienen la oportunidad de degustar tanto el mosto vencedor como el resto de vinos participantes en la cata, para lo que deben adquirir un jarro en el que verter el caldo. Cada damajuana tiene una etiqueta con el contacto de la persona que ha elaborado cada mosto, con el fin de que los asistentes puedan comprar directamente al productor el caldo que más les guste. Con el jarrillo, además de probar cuanto mosto se desee, cada persona almuerza dos exquisitos platos tradicionales elaborados por la organización del evento. En la fiesta también se suelen instalar distintos stands que ofrecen todo tipo de productos gastronómicos y de artesanía y, durante toda la tarde, el ambiente es amenizado por grupos musicales que tocan en directo en la plaza. El origen de la Cata de Mosto surgió de manera espontánea hace casi dos décadas a partir de la reunión de un grupo de vecinos de Cartajima que decidieron dar a probar sus caldos a las gentes del municipio. A partir de ahí, el evento se ha ido consolidando progresivamente organizado por el Ayuntamiento de la localidad, que persigue el doble propósito de poner en valor un producto local típico y de dar a conocer el pueblo y su entorno a todas las personas de otros puntos de Andalucía que suelen acudir a la fiesta. Por último, desde el Ayuntamiento de Cartajima se ha querido lanzar un mensaje de ánimo a los participantes en la cata y a todas las personas que suelen desplazarse a la localidad para asistir al evento, emplazándolas al próximo año cuando, a buen seguro, todos disfrutarán de la fiesta con más ilusión si cabe.
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