La Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico, a través de la Dirección General de Patrimonio Histórico y Documental, ha incoado el procedimiento para inscribir en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz (CGPHA), como Bien de Interés Cultural (BIC), con la tipología de Monumento, la Plaza de Toros de Almería, según recoge el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía.
El coso almeriense, construido entre 1887 y 1888, posee un valor artístico digno de protección dada la variedad de estilos arquitectónicos empleados en su construcción, que lo dotan de una gran originalidad y un eclecticismo que se sale de la norma en este tipo de construcciones del mismo periodo, que responderían en su mayoría a la tradición neomudéjar de la arquitectura española del momento, según indica la Junta en una nota.
Igualmente, la calidad de los materiales empleados y su procedencia almeriense, así como el uso destacado del hierro como nuevo material constructivo a finales del siglo XIX distinguen la peculiaridad del proyecto.
Obra del trabajo en común de dos grandes arquitectos del siglo XIX en Almería, Trinidad Cuartara y Enrique López Rull, su estilo expone con claridad dos peculiaridades: el lenguaje clasicista en su arquitectura, como ejemplifican la cantería visible, los arcos de medio punto, entablamentos, frontones y óculos; y la preocupación por lo decorativo que se demuestra en los paramentos que se adornan con franjas incisas horizontales, los paneles en resalto coloreados, las rafas de sillares en ángulo o las cadenas de ladrillo.
El expediente destaca la cabeza de un toro sobre elementos característicos de la lidia, orlado con la leyenda 'Veragüa, Patilla y Miura' --míticas ganaderías que fueron estoqueadas en las primeras corridas--, edificada sobre la clave del arco de la entrada principal como ejemplo de su eclecticismo, donde se conjugan elementos arquitectónicos muy dispares con elementos simbólicos.
Inaugurado en 1888 con una corrida de toros de Rafael Molina 'Lagartijo' y Luis Mazzantini, durante las fiestas de la Virgen del Mar, el edificio almeriense es una pieza clave del ensanche decimonónico de la ciudad y un elemento representativo conectado a través de tres grandes ejes almerienses relacionados con las tres portadas principales del coso taurino.
La calle Restoy, como gran arteria transversal de la trama ortogonal del ensanche obrero, permite el acceso a la puerta de sombra y le otorga una magnífica profundidad visual como cierre perspectivo. La Avenida de Vilches, sólo completada y conectada con la calle Granada a mediados del siglo pasado, es un gran escenario de acceso a la portada principal.
Por su parte, la portada de sol nunca tuvo una arteria importante de acceso por no urbanizarse la zona plenamente hasta la construcción en 1955 de unas viviendas sindicales y por la cercanía del Asilo de las Siervas de María, hoy desaparecido.
El edificio que entra a formar parte del Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, con la máxima figura de protección, ha servido, además, como escenario de espectáculos a lo largo de su historia que lo configuran como lugar emblemático de la ciudad.
Las actividades alternativas que se han celebrado en la Plaza de Toros de Almería han sido diversas; circos ecuestres, compañías gimnásticas, concentración de bandas de música y conciertos, cinematógrafo público (durante la Guerra Civil funcionó como cine Katiuska), e incluso como refugio improvisado para los huidos de la ocupación de Málaga por las tropas franquistas, en enero de 1937.
PÓSITOS Y TERCIAS
De otro lado, la Junta también ha incoado el procedimiento para la inscripción como bienes de catalogación general, de manera colectiva, de un pósito y dos tercias de los municipios de Huércal-Overa, Vélez-Rubio y Vícar en la provincia de Almería.
El Pósito de Huércal-Overa es una construcción del siglo XIX que nacería a expensas de los labradores, durante el reinado de Carlos IV. Según se refleja en el 'Catálogo de Antiguas Edificaciones para Almacenamiento de Granos', un informe de 1590 indica que los fondos en metálico del pósito de Huércal-Overa consistían en 3.630 reales en el año 1589, probablemente el pósito se instituyó en la década de 1570.
Desde finales del siglo XVI, la documentación suministra diversos detalles sobre como se desenvuelve la institución hasta bien entrado el siglo XVIII. También aparecen noticias referentes a los edificios donde se depositaban los fondos en grano del pósito, concretamente del denominado El Granero, que se levantaba en la calle de la Salud, en el solar de la actual casa consistorial, y del que no quedan restos.
El edificio que nos ocupa, el nuevo granero, se erigió a principios del siglo XIX, durante el reinado de Carlos IV, a expensas de los labradores, solo para el pósito, en la Plaza del Grano, a escasos metros del Granero Viejo. Es similar a los pósitos neoclásicos de Montefrío o Porcuna, de planta basilical con una primera crujía inmediata a la fachada para alojamiento de dependencias administrativas, dando luego paso a las naves usadas como paneras.
Por su parte, la Tercia Vieja o Tercia del Marqués, cuyo escudo nobiliario preside el inmueble, se localiza en el barrio de El Fatín de Vélez-Rubio. En la actualidad, en su interior, se encuentran las instalaciones de una almazara, la 'Almazara del Fatín' o de Carlón.
Es un edificio de una sola altura organizado mediante arcos sostenidos por gruesos pilares. Tiene características estilísticas propias del estilo mudéjar del siglo XVI: amplia fachada con cajones de mampostería entre machones de ladrillo. La portada, con arco rebajado de ladrillo, muestra la heráldica de los Marqueses de los Vélez. La techumbre es de madera y el tejado plano de tejas con alero.
Asimismo, la Tercia de Vícar es un edificio sólido de regulares dimensiones en relación a las casas circundantes, con ausencia de elementos formales indicativos que lo asignen a un estilo determinado, aunque parece corresponder al siglo XVI.
Tiene muros de mampostería de considerable espesor, las esquinas, en su parte baja, están reforzadas con machones de sillería que se continúan con aparejo de ladrillo hasta la altura del alero. Los forjados son de vigas de madera y la cubierta de teja árabe. El tejado es a dos aguas y entre el mismo y el forjado se extiende un entramado de cañas recubierto de launa, tierra que regularmente se emplea en las cubiertas planas de la arquitectura popular de la Alpujarra Alta para impermeabilizar las techumbres.
PATRIMONIO INDUSTRIAL
La Junta también ha procedido a modificar la resolución de 7 de enero de 2004, por la que se inscriben colectivamente, con carácter genérico, en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, 44 inmuebles del patrimonio industrial relacionado con la minería de los siglo XIX y XX en la provincia de Almería.
En concreto ,se refiere al inmueble número 33 que se corresponde la estación de descarga y embarcadero del ferrocarril minero Bédar-Garrucha, para la inscripción como bien de catalogación general, del inmueble denominado tolva del cargadero de mineral del ferrocarril minero Bédar-Garrucha, en Mojácar (Almería).
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