Desde que comenzó la pandemia suele dirigirse a sus vecinos en su perfil de redes sociales para informar de la incidencia del coronavirus y de las actuaciones del Ayuntamiento para evitar su propagación. Una dinámica de transparencia que en el caso del último vídeo ha llamado la atención, incluso a nivel nacional. Difundido después del Puente de Todos los Santos, avisa de que la escalada es “grave” y da un toque de atención a la población.
Yo creo que la dureza de la situación obligaba a lanzar un mensaje de este tipo"¿Qué ha pasado esta vez para que ese vídeo haya corrido como la pólvora?
–Siempre he considerado que a los vecinos había que decirle lo que estaba pasando, fuera bueno, malo o peor. Cuando Puerto Serrano aguantó la primera hora siendo el mayor pueblo de Andalucía sin casos conocidos de coronavirus, lo dijimos sin problemas. Hubo gente que cuestionó la veracidad de lo que yo decía, casi siempre intentando sacar un rédito asqueroso a base de política carroñera, pero cuando la Junta comenzó a hacer públicos los datos, se demostró que, efectivamente, no había casos, yo decía la verdad, y los buitres tuvieron que irse a olisquear la carroña a otro sitio. Después, la Junta comenzó a subir los datos con un retraso considerable sobre los que nosotros sabíamos por los propios vecinos, y tampoco tuve reparos en decirle al pueblo que los casos eran muchos más de los que aparecían publicados. Otro con menos escrúpulos se hubiera callado. Pero pusimos la transparencia por delante. Finalmente, en esta segunda ola hemos sufrido, recientemente, un incremento de casos notable. Y creo que la dureza de la situación obligaba a lanzar un mensaje de este tipo. Al igual que en otros muchos sitios, hay quien ha pasado de tener un miedo terrible al virus a no tener ninguno. Durante el fin de semana se produjeron escenas lamentables. A pesar de que a nivel de seguridad hicimos, a mi entender, todo lo que estaba en nuestras manos, algunos irresponsables pusieron en riesgo la salud de los demás. Creo que mi obligación es intentar prevenir esas situaciones por todos los medios posibles, incluyendo un toque de atención para intentar que esas actitudes no se contagien. Les hablé a los vecinos sin tapujos y de frente, igual que cuando no teníamos casos.
El vídeo supera ya las 20.000 reproducciones ¿Les ha sorprendido tanta repercusión?
–Sí, me ha sorprendido, claro. Era un vídeo para Puerto Serrano. Uno más, de los tantísimos que llevo. Por supuesto no utilicé un tono complaciente, porque la situación no está para darnos palmaditas en la espalda. Que vinieran medios nacionales para colarnos en los informativos en prime time y compartir espacio con las elecciones estadounidenses ya da más que pensar. Supongo que alguno de los buitres carroñeros de los que antes le hablaba, a la desesperada, hizo todo lo posible por ponernos la lupa encima. No es la primera vez. En cualquier caso, como siempre, el tiro les ha salido por la culata. Lo que me ha trasladado la inmensa mayoría de los vecinos es que el mensaje y el tono era lo que tocaba en el momento que estamos atravesando.
Se le ha puesto la etiqueta de “el alcalde que riñe a sus vecinos”. ¿Está de acuerdo con eso?¿Cuál era la finalidad del vídeo?
–Más que reñirles, explico lo sucedido y por qué no puede volver a suceder. Básicamente porque nos jugamos la vida de gente. Reñir es otra cosa. En cualquier caso, si ha servido para que a cualquiera de los que fueron irresponsables se le ponga la cara colorada y no se plantee volver a hacerlo, ha merecido la pena. La única finalidad del vídeo era decirles a los ciudadanos: con actitudes como esa, aunque sea por parte de algunos, estamos poniendo en peligro la salud de todos.
Pese al incremento de casos en las últimas semanas, la tasa de contagios (que el viernes se situaba en 461) no es de las más altas de la sierra, en comparación con otros municipios como Grazalema. ¿Cómo está ahora la situación?
–Pasamos de 19 contagios a 43, desde un viernes a un lunes. Es difícil hablar del tema sin dar detalles que pueda afectar a la intimidad de los afectados. Lo cierto es que la mayoría de esos nuevos casos responden al mismo círculo. Entendemos que la Junta irá dando de alta a los confinados y que la tasa se reducirá a lo largo de la próxima semana, aunque nunca se sabe. Puede haber otro brote en cualquier sitio y en cualquier momento. Ahora mismo tenemos la tasa de contagios por debajo de los 500, que es la que la Junta considera como de alto riesgo. No hay que relajarse. Nadie acaba de entender del todo cómo funciona el virus, por qué hay afectados que apenas transmiten carga vírica y otros pueden contagiar tanto. Así que la situación puede variar de una punta a otra en la media hora que tardan en hacerse 100 PCRS.
También ha sido recurrente en sus vídeos sus menciones a la Junta para que facilitara los números reales de positivos. ¿Cree que está faltando transparencia por parte de la Administración andaluza en esta crisis sanitaria?
–No creo que la Junta esté ocultando datos, la verdad. Al final acaban coincidiendo, en general, con lo que nos llega a nosotros al Ayuntamiento, casi siempre por parte de los propios afectados. Lo que ocurre es que los sube muy lentamente, con lo cual la situación real es una y la de la tabla es otra. Y así el pulso siempre lo tenemos desacompasado.
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