La secretaria general de UGT-Andalucía, Carmen Castilla, ha abogado hoy en Huelva por que los presupuestos que se están negociando a nivel estatal y autonómico para el próximo año 2021 "sean presupuestos expansivos y que primen el gasto social".
En rueda de prensa, Castilla ha indicado que "en estos momentos, en los que aún no sabemos cuál será el efecto de la pandemia en los indicadores macroeconómicos, lejos de llevar a cabo políticas de austeridad como en la crisis de 2007, que ya se vio el resultado, hay que gastar, gastar y gastar y, fundamentalmente, invertir en sanidad".
La líder de UGT-Andalucía ha indicado que el momento actual "nada tiene que ver con la crisis de 2007-2008 que fue una crisis económica financiera que provocó realmente alteración en el mercado laboral y social; ahora estamos hablando de una crisis coyuntural mientras dure la emergencia sanitaria que también está impactando en los datos macroeconómicos".
Ha remarcado que actualmente "hay cerca de 1.100.000 personas en riesgo de exclusión social, una cifra que ha subido del 20,7 al 23 % y que en Andalucía llega hasta un 37,7 %, por eso nosotros defendemos la renta mínima y el ingreso mínimo vital, una reivindicación que tenemos que seguir abanderando y, sobre todo, exigir agilidad en su resolución porque hay familias que están pasando francamente mal".
Tras destacar la "lección" que ha dado la UGT en materia de negociación y remarcar el papel que está jugando el diálogo social, "una herramienta que estaba tan denostada", ha incidido en la importancia de reforzar los servicios sociales porque "si algo hemos aprendido de esta pandemia es que estos servicios han sufrido un deterioro desde hace unos años y necesitamos ese reforzamiento".
Castilla también ha hecho referencia a las movilizaciones que está llevando a cabo su sindicato para defender y fortalecer el servicio público de salud y el sistema sanitario público andaluz, y ha destacado la necesidad de "reforzar la Atención Primaria con más profesionales, medios materiales y aumento del número de rastreadores".
En cuanto al sector de la ayuda a domicilio, ha mostrado su preocupación por la precarización existente en el mismo: "Es un sector muy castigado que tiene nombre de mujer, porque el 90 % de los profesionales del sector son mujeres, con horarios infames, con salarios precarios y con unas condiciones laborales en las que brilla por su ausencia la prevención de riesgos laborales", por lo que ha pedido que "se le dote de las EPIs necesaras y que se adecúen las funciones y tareas que han de hacer y las condiciones en las que han de trabajar; necesitamos un revulsivo en el servicio de ayuda a domicilio y las políticas sociales".
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