Con motivo del día de San Lucas, Patrón de la ciudad, el Ayuntamiento ha hecho entrega esta mañana de sus distinciones en un solmene acto en el auditorio de La Merced. Con aforo muy limitado, los representantes de la corporación municipal, con el alcalde, Víctor Mora, a la cabeza, en nombre del pueblo de Sanlúcar han reconocido este año la labor del colectivo sanitario que trabaja en la localidad haciendo frente a la pandemia.
“Hoy queremos transformar en estas insignias los aplausos que habéis estado recibiendo de toda la población, aunque espero que esos aplausos se transformen también en inversión en sanidad, en investigación, en más medios y en más profesionales”, dijo el alcalde en su discurso.
En presencia de la presidenta de la Diputación, Irene García, y de la delegada territorial de Salud, María Isabel Paredes, el alcalde y el primer teniente de alcalde, Javier Porrúa, entregaron las insignias y una copia del Privilegio Rodado de Sanlúcar a Miguel Ángel Ortiz Valdivieso, gerente del distrito sanitario Jerez Costa Noroeste, y a Francisco Pascual Espinosa en representación del Hospital Virgen del Camino.
En su intervención, el alcalde comenzó recordando que de no ser por la covid este acto institucional habría sido dedicado a la celebración del V Centenario, y explicando que este reconocimiento institucional que se otorga al colectivo sanitario lo es “a toda la ciudadanía por el comportamiento ejemplar que hemos tenido durante el confinamiento, por el carácter solidario de muchas asociaciones y por el trabajo incansable de muchos profesionales. Pero es imposible entregar esta insignia a todos”.
En este sentido, Víctor Mora citó a todos los colectivos y personas que se ofrecieron para fabricar mascarillas y batas “y que terminaron ayudando en esos duros momentos a muchos trabajadores esenciales de la agricultura, de la pesca y de hospitales de dentro y fuera de nuestra ciudad”, sin olvidar a los que proporcionaron los materiales. En su cita no faltaron protección civil, policía local, policía nacional, guardia civil, bomberos y militares de la UME; todo el personal de ayuda a domicilio y a los trabajadores y trabajadoras municipales de la residencia de mayores, “ya que han sido una de las principales barreras que hemos tenido en la ciudad para proteger a nuestros abuelos y abuelas, el colectivo más vulnerable ante el virus”. También reconoció la labor de los medios de comunicación “informando de manera veraz, incluso luchando contra los bulos de quienes se intentaban aprovechar de la situación de incertidumbre en la que nos encontrábamos”.
Hizo extensivo el agradecimiento a los transportistas, trabajadores de supermercados y pequeños comercios de barrio, “por entender que su trabajo y la apertura de sus negocios era más importante que nunca”; a los trabajadores del transporte público y taxistas, al personal de correos y a los repartidores de paquetería, así como el personal de la limpieza pública y la recogida de residuos.
Tampoco dejó atrás a la comunidad educativa “que ha logrado que el curso comience sin grandes problemas, sobre todo gracias al trabajo de las ampas, los directores, el profesorado, el personal de limpieza de colegios, conserjes y personal de comedores, ya que entre todos están consiguiendo hacer un poco más normal y seguro este atípico inicio de curso”.
Tuvo una mención especial a empresarios y autónomos, “que han aguantado como han podido estos meses y que siguen aguantando, aunque es justo reconocer a las administraciones que han tenido a bien, por primera vez ante una crisis, oír sus reivindicaciones y conceder ayudas”.
Y destacó a los negocios de hostelería y hoteles, “porque todos ellos han hecho de Sanlúcar un lugar seguro en vacaciones, como se ha demostrado con los magníficos datos turísticos que hemos tenido este año”. En este punto recordó dos de los acontecimientos suspendidos este verano: la festividad de la patrona y las carreras de caballos.
“Gracias a todos y a todas de corazón en nombre de todo el pueblo de Sanlúcar y un recuerdo afectuoso a todos aquellos que han pasado la enfermedad o que han sufrido la pérdida de algún ser querido. Pero entenderéis que es imposible entregar esta insignia a todos, de ahí que la hemos querido personalizar en nuestros sanitarios que han sido y son, especialmente en estos últimos meses, la primera línea de lucha contra el virus”.
“Hoy recogen la insignia de oro de la ciudad en su nombre un miembro de la familia Pascual, del hospital Virgen del Camino, y el gerente del Distrito Sanitario Jerez - Costa Noroeste, pero sin olvidar la encomiable labor de los profesionales sanitarios de nuestra residencia de ancianos, de Afanas, del centro de estimulación precoz o la Policlínica”, dijo el alcalde, subrayando que al hablar de personal sanitario lo hacía de médicos de urgencias o personal de enfermería, sino también de médicos de atención primaria, personal de administración, especialistas de las diferentes ramas, celadores, personal de emergencias, 061,personal de ambulancias, farmacéuticos, laboratorios, y un largo etcétera.
“Queremos transformar los aplausos que habéis estado recibiendo de toda la población en estas insignias. Igualmente podrían transformarse en responsabilidad, porque entendemos los enfados de todo el colectivo sanitario de la ciudad, cuando mientras que ellos se juegan la vida, otros de manera irresponsable se saltan las normas, poniéndonos a todos en riesgo”.
Tras la entrega de las insignias, Víctor Mora incidió en que “este tendría que haber sido un año dedicado al V Centenario de la Primera Vuelta al Mundo”, por lo que dedicó unas palabras a esa efemérides en la que se sigue trabajando con muchos proyectos para poner en valor el papel que le corresponde a Sanlúcar, enumerando algunos como con el Castillito, el mirador en la zona de Pino Alto, el eje patrimonial del Barrio Alto, el centro de interpretación de la manzanilla o el proyecto de remodelación de la antigua cárcel.
“Al igual que le ocurriera a la expedición de Magallanes y Elcano hace justamente 500 años, ellos también tuvieron que mantener un confinamiento forzoso cuando llegaron a la bahía de san Julián que paralizó no solo el viaje, sino también la ilusión del día a día de la tripulación, instalándose en el pensamiento de la expedición una sensación de incertidumbre por el futuro, que bien puede ser lo que sentimos ahora muchos de nosotros en nuestro día a día”, dijo el alcalde, quien se citó un aforismo de Benjamín Prado para señalar que “espero que recuperemos la estabilidad construyendo un mundo más humano, más solidario y en el que por encima de todo pongamos la salud”.
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