Hace ya muchos años, muchos, llegué a El Puerto y ya entonces se hablaba de la importancia de que El Puerto mirara al Río, ese gran espacio natural, ese histórico recurso al que la ciudad había dado la espalda durante décadas. El Puerto había crecido, sí, pero siempre en dirección contraria a su Río, al que solo miraba para cantarle al Vaporcito, pero poco más. Había que darle la vuelta a El Puerto.
Y no solo en el sentido metafórico de pasar del “hernandismo” a la vida moderna, sino que era algo literal. Y parecía que había despertado cierta conciencia política y ciudadana en que El Puerto debía trabajar por girarse y en lugar de darle la espalda a su Río, comenzar a mirarlo, a mimarlo y a aprovecharlo.
Fueron momentos de decisión y de avance en el que se dieron pasos importantes, lentos y pocos, pero que supusieron el inicio del camino de lo que debería ser El Puerto del futuro. La Autoridad Portuaria de Rafael Barra y el Ayuntamiento de Enrique Moresco supieron darse la mano para sacar adelante el documento de planeamiento urbanístico que definía y permitía comenzar a andar.
Y se empezó por la Bajamar, a la que se le comenzó a dar un cambio desde la Plaza de las Galeras, y la primera de las pasarelas peatonales, y el proyecto del aparcamiento de Pozos Dulces, y la desafectación de los terrenos de La Puntilla…
Un gran esfuerzo y un gran trabajo que algunos intentaron denostar para, después, demostrar que solo era para tapar su incapacidad de hacer lo mismo. Porque cualquiera que vuelva a El Puerto después de aquellos años y vea que no ha existido en los últimos 5 años avance alguno sobre el Río Guadalete, no lo podrá entender.
El Puerto no se puede permitir haber tenido años en los que de nuevo se ha vivido de espaldas a un Río al que ya estábamos queriendo de nuevo. Duele ver tantas oportunidades perdidas que tendrían hoy a El Puerto en la vanguardia de la Bahía de Cádiz, que lo habrían llenado de posibilidades de inversión, de economía, de empleo, pero también de una gran calidad de vida para los portuenses, especialmente los del centro.
Pero no, vinieron años de parálisis total en los que no se avanzó absolutamente nada. Alegra saber que ahora se comienza de nuevo a trabajar en este necesario proyecto para El Puerto. Parece que Autoridad Portuaria y Ayuntamiento vuelven a estar cogidos de la mano y vuelven a pensar en darle la vuelta a El Puerto e ir rematando, poco a poco, ese proyecto que se comenzó allá por 2007. Confío en que, pronto, mirando al Río, no solo sueñe, sino que además, lo vea.
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