La rectora de la Universidad de Granada, Pilar Aranda, ha lamentado la decisión de la Junta de cerrar las aulas durante dos semanas sin aprobar restricciones ni a bares ni al ocio nocturno y ha recalcado que, según los datos de Salud, esta restricción no está justificada porque las facultades "son seguras".
Aranda ha hecho estas consideraciones en una atención a medios después de conocer que entre las limitaciones aprobadas este martes en el Consejo de Gobierno de la Junta está el cierre presencial de la Universidad durante dos semanas.
"Me entristece profundamente que se valoren más los bares que la vida universitaria y la formación", ha subrayado Aranda, que ha criticado que la Junta deje los bares abiertos y cierre las aulas, los seminarios, las bibliotecas y los laboratorios.
La rectora ha adelantado que espera a conocer el texto de la Junta para saber cómo articular esas medidas porque "no nos han dado libro de instrucciones" y no sabe aún si la decisión de cerrar la Universidad de Granada representa su paso a una formación virtual de clases y también de prácticas o cómo afecta a profesores y al resto de trabajadores de la institución.
"Desconozco el amparo legal de ese acuerdo, porque hay un principio de autonomía universitaria que creo se ha conculcado", ha apuntado la rectora, que ha dicho que no busca confrontaciones pero sí reclama los datos científicos que han motivado la medida.
Aranda ha reconocido no entender la decisión impuesta a una "Universidad segura" que cumple los protocolos y que ha gastado dos millones en adaptarse al covid-19.
Como datos acumulados y ofrecidos por Salud, desde el 21 de septiembre 236 estudiantes han dado positivo, -800 aislados-, y 16 trabajadores también han pasado el covid-19, con 50 en aislamiento.
La rectora ha recordado que los colegios y residencias de estudiantes no dependen de la Universidad de Granada sino de instituciones independientes.
"Me preocupa que se adopten decisiones que van en contra de la formación y el rigor científico de las cifras, las que nosotros tenemos", ha añadido Aranda, que ha reconocido que no tiene "ni idea" de qué tipo de adaptación virtual pedirá la Junta para un periodo de dos semanas que comenzará este jueves.
"Estamos sorprendidos y tristes, molestos nunca porque somos una institución con cincos siglos que se sabe adaptar", ha apuntado la rectora, que ha exigido a la Junta un trato basado en "el rigor y el respeto que merecemos" y con unos datos que el menos la Universidad no maneja.
"Nadie me ha informado, no sabemos si todos a casa, si los docentes trabajan, nada", ha reiterado Aranda, que ha lamentado que se criminalice a los estudiantes por unas imágenes de este puente que a su juicio nada tienen que ver con la comunidad universitaria.
Además, ha subrayado que la Universidad de Granada no tiene una sola aula cerrada por positivos por covid-19, como sí ocurre en otras andaluzas, lo que vincula con la seguridad de las facultades.
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