Los presidentes de Francia, Emmanuel Macron, y Rusia, Vladimir Putin, están preocupados por el envío turco de mercenarios desde Siria al conflicto entre Armenia y Azerbaiyán por el control del enclave de Nagorno Karabaj; una movilizxación de la que Moscú dice tener pruebas.
Fuentes del Elíseo indicaron este jueves que, en una conversación la víspera, Macron y Putin acordaron "ejercer un esfuerzo conjunto" para conseguir un cese el fuego en el marco del llamado grupo de Minsk de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
Los dos mandatarios van a examinar cómo encaminar las dos partes enfrentadas por Nagorno Karabaj hacia un arreglo del conflicto.
El jefe del Estado francés había pedido este miércoles, durante una visita en Letonia, que se aclaren las alegaciones rusas de que Turquía está llevando mercenarios desde Siria.
Según el Elíseo, se están verificando y Macron está preocupado, dado que Moscú ha afirmado públicamente que tiene pruebas.
El presidente francés y el ruso también hablaron de la crisis política en Bielorrusia.
Macron, que se reunió el martes en la capital lituana con Svetlana Tijanóvskaya, exiliada allí, recordó a Putin que la líder de la oposición bielorrusa se ha mostrado "abierta al diálogo con Rusia", y le pidió que lo tenga en cuenta.
El jefe del Estado francés ha pedido en los últimos días al presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, que deje el poder por la contestación popular de las elecciones del mes de agosto, tras las que se proclamó una vez más vencedor, y por la represión desde entonces.
Macron y Putin estuvieron de acuerdo en que la solución en Bielorrusia pasa por una mediación de la OSCE.
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