No menos de un centenar de adolescentes, tormentas hormonales incluidas, se concentraban en el Parque Almirante Laulhé o Parque de los Patos en la noche de este sábado, señal inequívoca de que hay pocos lugares a donde ir en San Fernando.
No es la primera vez porque es lugar de movida en estos tiempos del coronavirus, como tampoco lo es la intervención de las policías Nacional y Local en dos ocasiones por hechos que cada testigo consultado por este periódico ha contado de forma distinta, amén de los que hacían el conjuro de no hablar y menos con la prensa.
La conclusión que se saca de todas las versiones juntas es que la Policía acudió a la llamada de un ciudadano que estaba con su pareja y su hijo tomando el fresco y llamó la atención de algunos jóvenes que estaban fumando.
En algún momento el pequeño se perdió de vista y fue lo que motivó la llamada a la Policía pero en otro momento se produjo un altercado entre los agentes que pedían la documentación a algunos de los jóvenes -que estos enseñaban pero no dejaban que los agentes la tocaran- y algún exaltado. El resultado es que alguien tiró una botella vacía contra la Policía, que no llegó a impactar en el coche y poco a poco fue volviendo la calma.
Al fin y al cabo, siempre son algunos que se cuentan con los dedos de la mano los que meten bronca mientras la gran mayoría simplemente lo pasa bien.
De cualquier forma, lo único probado es la concentración de jóvenes en ese lugar que en los momentos en los que estaban allí los coches de la Policía tenían todos los mascarillas puestas. Es presumible que durante toda la noche y además ccon una buena corriente de aire en forma de levantera, así que dónde mejor. Algún que otro no llevaba tapabocas, pero estaban más lejos de la zona de gradas del auditorio. Y es que besarse con mascarilla no es lo mismo.
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