Ciento sesenta partidos con la camiseta azul y el escudo del Xerez CD. Veinte goles, dos ascensos, seis temporadas. Son los números de uno de los héroes de la resistencia del Xerez CD que da un paso al lado y abandona los terrenos de juego para trabajar la cantera desde los banquillos y también ayudar en el primer equipo, encuadrado en el cuadro técnico que dirige Poveda. Los niños a los que va a enseñar Chino Quirós van a tener una cosa ganada: la honradez. La honradez de sus padres y la que, por la forma de ser y comportarse, de Chino va a ser la guía de sus pasos dándole patadas al balón. En el fútbol llegarán más o menos lejos, porque son muchos los que quieren y muy pocos los que pueden, pero honradez, personalidad y amor a unos colores son mandamientos que se les van a grabar a fuego a todos esos aspirantes a futbolistas que estarán en esa cantera de Afición Xerez Club Deportivo. Los niños de Quirós, los pequeñines estuvieron ya presentes en su despedida como jugador en activo. Quien siembra, recoge.
Quirós se hizo futbolista en campos como Guadalcacín, El Torno, la Liberación, el El Cuervo o La Juventud con el Jerez Industrial, jugó con el Xerez DFC en Chapín, aunque en la Cuarta Andaluza o Segunda Provincial que se llamaba por aquel entonces, y también lo hizo con el Xerez CD al que llegó de la mano de Juan Pedro, con Mendoza como entrenador.
Chino aterrizó en el equipo xerecista, el equipo de sus amores desde que su padre, Antonio también le llevase a las gradas con apenas 4 o 5 años, para marcar una etapa, una época, no la más gloriosa, pero sí quizá una de las más importantes de un equipo que estaba en la UCI y que se sigue debatiendo en planta hospitalaria para intentar salir, cuando lo institucional y lo deportivo lo permitan, a respirar aires de la calle y del mundo. Estuvo reitero con Juan Pedro y con Mendoza, historias viva de la septuagenaria entidad, y con Vicente Vargas, otro hombre que será recordado por su trabajo impecable en estos tiempos revueltos, y con gente como Isra “su hermano” o Barragán o Carrión o los Alberto y muchos más y subió a División de Honor, con aquel postrero gol del bosqueño Juanma Marchante en la atardecida de La Canaleja, y a Tercera, con aquel tanto inolvidable de Juan Benítez en el Virgen de la Setefilla en Lora, y ahora deja el fútbol activo, al que ha entregado todo lo que ha tenido, y algo más, para iniciarse como entrenador.
Quirós, uno de los grandes héroes de una parte de la historia que cuando lleguen tiempos mejores, que deberán llegar, tendrá su nombre impreso con letras de oro en esos libros que contarán, -¿será así, verdad, Rafa Romero Tarrío?- como un equipo pasó de la gloria al barro sin rendirse. Como él nunca se rindió en esto del fútbol cuando añoraba vestir la camiseta del equipo y la oportunidad le vino y la no la desaprovechó. Todo eso lo recordó en su despedida como jugador en las instalaciones de Grupo Logístico Torralva, colaborador principal esta campaña de la entidad xerecista donde dio las gracias por “haber tenido la oportunidad de defender al equipo de mi vida. Todos los partidos quería jugar cinco minutos más para disfrutar defendiendo esta camiseta. Quiero agradecer el apoyo de toda ni familia, de mi padre, mi madre, mi mujer, mis hijos. Me quedo con muchos momentos bonitos, especialmente con el recuerdo de Lora que jamás olvidaré”.
Ni tampoco el momento de firmar por el Xerez CD, hundido en la miseria, como le recordaba su amigo, su hermano Isra en ese acto de despedida. “Llegamos de la mano de Juan Pedro Ramos en Primera Andaluza junto a unos cuantos locos más sin cobrar y pasando muchas fatigas. Estoy orgulloso de todo lo que hemos vivido y de que vaya a seguir con nosotros”. Precisamente Juan Pedro afirmó que había pasado el peor momento de su vida deportiva cuando le comentó a Chino que no se contaba con él, resaltando la entereza del jerezano y xerecista para aceptar su nuevo rol en el cuerpo técnico “donde aprenderemos mucho de él y también él de nosotros”. El Pirata leyó una emotiva carta en representación de toda la familia que forma el Xerez Club Deportivo.
Sobre su paso al lado como jugador expresó Quirós que “ mi cabeza pedía seguir jugando pero mi corazón decía otra cosa. Intentaré adoptar mi nuevo trabajo de la mejor forma posible para transmitir a los jugadores el coraje y pundonor que mostraba en el campo” .
Antes de finalizar, los jugadores del equipo prebenjamín de Afición Xerez CD que dirige el propio futbolista , entregaron a su entrenador un bonito recuerdo con una dedicatoria muy especial en el que le daban las gracias por ser “su referente deportivo”.
No ha sido un campeón de Europa, ni siquiera pensaba debutar en Tercera , pero se ha ido unos de esos futbolistas que son ejemplo de vida deportiva y se ha marchado un hombre marcado por la resistencia de un equipo que quiere seguir sumando años.
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