Durante los meses de julio y agosto han fallecido en las carreteras andaluzas 41 personas, 4 víctimas mortales más que en el mismo periodo del año pasado, lo que representa un aumento del 11 por ciento, frente al descenso del 6 por ciento registrado a nivel nacional.
En este sentido, la Comunidad Autónoma contabiliza el mayor número de víctimas mortales en el conjunto del país, por encima de los 29 fallecidos que se han producido en las carreteras de Castilla y León; los 24 muertos que registra Cataluña o los 19 fallecidos en accidentes de tráfico en Castilla y la Mancha, según el balance de siniestraliedad vial presentado este jueves, en Madrid, por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que ha estado acompañado del director general de Tráfico, Pere Navarro, entre otras autoridades.
El informe destaca que el coronavirus ha condicionado también la forma en la que los ciudadanos se han desplazado este verano, de modo que estos meses estivales, en líneas generales, ha habido menos fallecidos en España que el verano anterior, situándose así en la cifra de fallecidos más baja de toda la serie histórica, con 202 personas, 13 víctimas mortales menos que en 2019.
En Andalucía, sin embargo, las víctimas mortales han aumentado de 37 a 41, por lo que sigue la tendencia al alza en los últimos tres años, ya que en 2018 el número de fallecidos fue 33. En este sentido, es la cuarta peor cifra de la última década. Solo en 2010 (52 víctimas mortales); 2011 (54) y 2014 (46) se superó ese registro.
Por tipo de accidente, teniendo en cuenta las estadísticas a nivel nacional, la salida de vía sigue siendo el accidente que más víctimas mortales ha generado (47 por ciento), con 95 fallecidos, seguida de la colisión frontal (19 por ciento) con 38 fallecidos.
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