Septiembre ha llegado lleno de incertidumbre para los madres y padres. En las próximas semanas el alumnado de todos los niveles tendrá que volver a las aulas para comenzar el curso escolar 2020/21, aunque aún no saben cuáles serán las medidas a seguir. El consejero de Educación de la Junta de Andalucía, Javier Imbroda, llamaba hace unos días a la calma, a la vez que pedía responsabilidad tras la labores realizadas desde la Consejería para que la ‘vuelta al cole’ sea segura.
Sin embargo tanto los progenitores como los docentes no lo tienen tan claro. “Como padre lo primero que se me viene es la confusión, ya que siento que no me ha llegado toda la información que debería. No entiendo que en mayo, cuando la pandemia empezó a controlarse y se restituyó progresivamente la normalidad, no fuera en absoluto posible la vuelta a las clases y ahora, con un escenario peor que entonces, la presencialidad no se discuto”, apunta Francisco Díaz, padre de una niña a punto de comenzar la Secundaria y un niño aún en Primaria. “En esta nueva normalidad, que hasta el momento da la impresión de que hemos vuelto a las actividades por un puro criterio económico, los padres no terminamos de entender cómo el tema de la presencialidad es intocable aunque haya habido cambios herráticos en cuanto a las medidas”, añade.
Este padre apunta que lo que más desconcierta es “el cambio constante de información y la inseguridad, que aunque ya sabemos que la pandemia es bastante insegura, cuando afecta a los hijos hace mucho daño en la moral y la confianza de los padres y madres”. De igual manera, Carmen Romero lamenta la falta de información. Esta madre tiene una hija de 12 años en un centro concertado y otro de 15 en un instituto público. “Este lunes he recibido un correo electrónico por parte del instituto para informarme del día que comienzan las clases, pero nada sobre el protocolo. El colegio de mi hija aún no se ha pronunciado”.
Asegura ser partidaria de la presencialidad “pero con unas medidas”. “Antes de llevar a nuestros hijos a los centro necesitamos conocer cuáles son las medidas de seguridad que va a haber”, señala. Además, Romero no considera acertado que “desde la Junta hayan delegado en los docentes algo tan importante como la salud, porque no están cualificados para ello y además no es su función”.
Por su parte, María de los Ángeles Pareja se muestra pesimista y cree que “aunque las clases empiecen lo más probable es que en pocas semanas tengamos a los niños de nuevo en casa”. Su hijo tiene 9 años y comenzará el próximo 10 de septiembre 5º de primaria.
“Yo llevaré a mi hijo al colegio porque no puedo permitir que se quede atrás en el temario si comienzan a impartirlo, pero realmente no estoy tranquila. Prefiero que pierda un curso a exponer su salud”. Finalmente añade que “haría falta más profesorado, más aulas y una ratio menor. Pero ninguna de esos casos se van a dar”.
Habrá movilizaciones
De otro lado, la desde la Coordinadora de la Escuela Pública de Cádiz, anuncian que en las próximas semanas habrá movilizaciones. “Para el consejero Imbroda parece que la mejor solución es la mascarilla”, apunta Patricia Garzón, docente y miembro de la coordinadora. “Mientras que ellos (la Junta de Andalucía) han tardado cuatro meses en redactar un escueto documento nos exigen a nosotros que hagamos todo un protocolo en apenas dos semanas”, señala.
Asimismo, sobre los sanitarios que iban a tener los centros a su disposición para la redacción del protocolo “es mentira; aún los centros de salud no saben nada porque ni siquiera se han coordinado con la Consejería de Salud”, apunta Garzón. Con este escenario incierto llega septiembre. Una ‘vuelta al cole’ que, según señalan padres, madres y docentes, “será para recordar”.
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