El Marco de Jerez se prepara ya para una nueva vendimia que podría ser de características bastante similares a la del año pasado, si bien no descarta un ligero incremento de la producción.
La cosecha de 2019 se cerró con un volumen total de uva molturada de 57,3 millones de kilos y en esta ocasión podría situarse sobre los 62.
Todavía es pronto para hacer una estimación definitiva, pero las previsiones apuntan a día de hoy en esa dirección.
Se descarta por otra parte que las tareas de recogida de la uva vayan a adelantarse de manera sustancial, estimándose que la vendimia arrancará en la mayor parte de los pagos del Marco en la segunda quincena del mes de agosto, que es la fecha más o menos habitual de los últimos años.
El presidente de Asevi-Asaja, Francisco Guerrero, entiende no obstante que “todavía es pronto” para hacer una predicción más fiable dado que está resultando un año “extraño” en todos los sentidos, al margen de que hayan aparecido algunos problemas de pudrición relacionados con lluvias que han engordado mucho la uva, provocando que reviente.
Con carácter general, “las viñas más jóvenes tienen más uva y las viejas tienen algo menos”. A día de hoy hay además uva palomino “casi madura”, aunque no todavía para vendimiar.
Sí se han llevado a cabo las tareas de recogida de otras variedades, como la chardonnay, que se utiliza para la elaboración de vinos blancos.
El precio de la uva
Al margen de la evolución y calidad de la cosecha, a los viñistas les preocupa fundamentalmente el precio que van a pagar las bodegas por la producción.
Guerrero confía en que al menos se mantengan los precios del año pasado -que ya de por sí eran bajos-, toda vez que algunas firmas pretendían incluso rebajarlo, lo que sin duda pondría en riesgo la rentabilidad de los cultivos.
Además, desde Asevi-Asaja se advierte de que los costes se han “disparado” este año como consecuencia entre otras cosas de la inestabilidad de la meteorología, con una floración larga que ha sufrido tanto frío como calor.
Guerrero confía por último en que no existan problemas con los excedentes porque sostiene que el primer semestre no ha sido tan malo como temían las bodegas y el segundo va a ser algo mejor sobre todo en el mercado nacional, que es clave.
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