Romy Taylor es, sin duda, un nombre muy musical. Ideal como tarjeta de presentación para una jovencísima artista de 16 años, que, desde nuestra aldea de Villalobos, aspira a abrirse paso en el difícil mundo de la canción. Nacida en el Reino Unido, hace justo una década, cuando contaba con tan solo seis años, su familia se trasladó a Alcalá, como parte de la amplia comunidad británica que, por aquel entonces, e incluso antes, se asentó en el término municipal, y de forma especial en algunas aldeas. Romy, por tanto, tiene parte de ambas culturas, su país de origen y su país de adopción… Pero, ¿quién mejor que ella misma para ponernos en situación. “Llevo toda mi vida rodeada de música y pronto supe que era algo a lo que quería dedicar gran parte de mi tiempo. La música me hace feliz, el canto, la composición, tocar los instrumentos... es algo que me llena y me apasiona y una de las pocas cosas con las que me siento orgullosa”.
En cuanto a sus referentes musicales o influencias, asegura no aferrarse a ningún estilo “ya que me gusta exponerme a cualquier tipo de música que haya. Mientras sea de calidad la verdad es que todo me complace. Los artistas españoles típicos no son lo mío. Suele ser un estilo genérico y ordinario y no me llama mucho la atención (me refiero al pop o al reggaeton, el flamenco sí es más apreciable). Me gustan artistas como Tyler the Creator, Billie Eilish, Bruno Major, Rex Orange County, Mac Miller.... Pero he crecido rodeada de artistas clásicos como Led Zeppelin, Pink Floyd, Queen, The Beatles, ACDC…
Sin embargo, el gran salto de Romy Tayler está aún por llegar. Tal y como ella misma confirma, el próximo curso “estudiaré en Liverpool Institute for Performing Arts, un centro equivalente al Bachillerato donde aprenderé a producir música, actuar en el escenario, y conocer la parte económica y empresarial de la industria. Para entrar realicé unas audiciones complicadas y tras unas semanas me llegó la noticia de que me habían ofrecido una plaza y obviamente la acepté ya que es un instituto de alto rendimiento”.
Respecto a su futuro, Romy tiene las ideas claras. “Me encantaría realizar un álbum, dirigir y actuar en mis propios videos musicales, componer en estudios profesionales, conocer a más músicos como yo o incluso a los que he admirado durante tanto tiempo y realizar conciertos para personas que conocen la letra de mis canciones. Sueño mucho, pero es porque creo que soy capaz de conseguirlo”.
Preguntada por lo peor y lo mejor que, en la actualidad, ofrece el mundo artístico, asegura que “es un mundo donde siempre se conoce a más personas con la misma pasión que yo y otras que pueden inspirar mucho. En cuanto a lo peor, pienso que hoy en día es bastante superficial, por lo menos las grandes canciones que se escuchan en la radio suelen ser repetitivas sin mucha materia creativa, solo por el hecho de querer producir dinero. Yo voy a pretender no llegar a ese punto ya que no es lo que realmente quiero ser”.
Finalmente, aunque estamos ante una artista muy joven, le pedimos algún consejo para aquellos que, como ella, se adentran en la carrera artística. “No te vengas abajo por lo que la gente podría pensar de ti. El crítico más importante eres tú mismo y hay que aprender a utilizarlo de manera constructiva. Así en vez de venirte abajo, conseguirás avanzar y mejorar tus puntos más negativos, ya sea dentro de la música, como si es en canto o producción, composición o al tocar algún instrumento. También, va a sonar cursi pero, no dejes de soñar, porque mientras más sueñas más metas te propones, dándote una razón para seguir hacia delante. Aprovecha todas las oportunidades que tengas en tu camino, tanto si se trata de cantar en el concierto de fin de curso de tu colegio o ir a conciertos de tus artistas favoritos, no dudes en ser curioso/a. Cualquier cosa que hagas en este sentido, mejorará tu nivel”.
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