Un empresario sevillano acaba de comprar el edificio de la calle Doña Blanca en el que hasta hace pocos meses se ubicaba la mítica tienda Medias Mario para darle un uso turístico, como hotel o apartamentos turísticos, y renovar la galería comercial de la planta baja. Aunque no han trascendido cifras económicas, este periódico ha podido contactar con Álvaro Pérez-Luna, gerente de Inmonova Jerez, quien ha confirmado esta “costosa” operación. Su agencia ha sido la encargada de cerrar la compra-venta con un fondo de inversión extranjero.
Según detalla, el inmueble, que dispone de 1.300 metros cuadrados y tres plantas, está registrado como una sola finca dividida en locales comerciales y un edificio central, y tiene “muchas posibilidades” para albergar un hotel o, en su defecto, apartamentos turísticos, en la plantas superiores. Estas son las opciones que baraja el propietario y que ahora va a trasladar al Ayuntamiento de Jerez, con el que el pasado viernes ya tuvo una reunión para informarles del proyecto y sus planes para este edificio.
La idea de este inversor, que ya tiene otras propiedades en el centro de Jerez y está estudiando la adquisición de otras nuevas para darles salida, es conservar la planta baja como zona comercial, pero dotándola de nuevos aires. Para ello, ya está negociando con firmas importantes interesadas en el arrendamiento de los locales “que quieren abrir a la mayor brevedad” y que, en algunos casos, aún no tienen presencia en Jerez, como una de la restauración de ámbito nacional, y otra de regalos low cost, entre otras.
En el corazón del centro
La ubicación del edificio, en pleno corazón del centro de Jerez, frente a la Plaza de Abastos “en una zona de muchísimo tráfico y de paso de peatones” y desde marzo en obras por el proyecto de asfaltado del eje de Esteve-Corredera, también ha influido favorablemente para que este inversor se haya decantado por este inmueble, según explica el gerente de Inmonova, además de la “espectacular” fachada del edificio y su dimensión. “Da mucho juego y tiene muchas posibilidades a la hora de dividir los locales comerciales”, explica.
El “pero” recae en el entorno de la calle, en la que se echa en falta cierta ordenación de los puestos que se suceden delante de los locales, de manera que no impidan el acceso a estos, así como una mejora de la imagen en general de este enclave. Una vez cerrada la operación, están a la espera de sentarse con Urbanismo para exponerles su hoja de ruta en este edificio y ver qué planteamientos prosperan y se adaptan mejor a la situación del edificio.
Desde Inmonova Jerez resaltan la importante apuesta que están haciendo por la ciudad “inversores de fuera” atraídos por el “potencial” de Jerez. Un movimiento que entiende que la Administración local tiene que “apoyar” , dado que repercuten en la economía de Jerez y más en los tiempos que corren debido a la pandemia del coronavirus, que ha ralentizado los proyectos que estaban en marcha. “Tenemos a varios inversores comprando propiedades en el centro histórico de Jerez”, indica Pérez-Luna, que hace hincapié en la importancia de agilizar al máximo las gestiones a la hora de realizar el proceso administrativo previo para la obtención de las licencias para la ejecución de las obras. “Que no se pongan tantas trabas administrativas y burocráticas ni se tarden años para dar la licencia de un hotel, porque sino estos empresarios se aburren y se van a otro sitio”.
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