Quince etiquetas que representan una producción olivarera responsable con la conservación de la naturaleza, ejemplar, competitiva y excelente en el mundo.
El Proyecto LIFE ‘Olivares Vivos’ ha iniciado la campaña de promoción de sus aceites de oliva Virgen Extra (AOVEs) certificados, presentando las primeras 15 marcas etiquetadas con este sello de garantía, que los identifica por su contribución certificada a la conservación de la Biodiversidad.
Se trata de AOVEs producidos en los olivares demostrativos del proyecto LIFE Olivares Vivos, nueve de la provincia de Jaén y seis del resto de Andalucía (Sevilla, Málaga, Cádiz, Granada y Córdoba). Son Castillo de Canena, Dehesa de la Sabina, Dominus, Finca la Torre, La Casona, Llanos de Vanda, Olivar de la Luna, Omed, Oriole, Piedras Cucas, Pilares Aceites de Autor, Quinta San José, Soler Romero, Oleaí y Huerta los Caños. Servirán para promocionar esta marca y medir su impacto en el mercado del aceite de oliva. “Tenemos que conseguir un nuevo mercado, un mercado de valores donde la producción sea responsable con la conservación y el consumidor consciente de que es lo que debe comprar y que pague un precio justo por este tipo de producto esencial”, dijo a directora ejecutiva de SEO/BirdLife, Asunción Ruiz, durante la presentación junto a los representantes de los socios de este proyecto LIFE, el Rector de la Universidad de Jaén, Juan Gómez; el presidente de la Diputación, Francisco Reyes; y Francisco Valera, científico titular de la Estación Experimental de Zonas Áridas del CSIC.
El proyecto comenzó en 2015 para ensayar un nuevo modelo de olivicultura y recuperar flora y fauna en 20 olivares demostrativos andaluces. Finaliza este año y hay 450 productores que quieren sumarse. “Estamos en el final del proyecto y ahora se está consolidando la fórmula para que se haga una certificación, de la forma más adecuada que garantice realmente lo que este sello representa”, dijo Ruiz.
A la vez terminó confirmando que “Jaén es líder en la producción de aceite en el mundo y ahora puede liderar una forma de producción que puede ser ejemplar, competitiva y excelente en el mundo”.
Por su parte, Juan Gómez señaló que el proyecto ha tenido desde sus orígenes “una clara vocación de transferencia” persiguiendo un doble objetivo. Por un lado, establecer y certificar un modelo de olivicultura rentable y compatible con la conservación de la biodiversidad, y por otro lado, posicionar dicho modelo productivo como un valor añadido reconocido y rentable en el mercado de los aceites de oliva. “Es una iniciativa que pretende incrementar la rentabilidad del olivar a partir de la recuperación de su biodiversidad”, indicó el rector.
Francisco Reyes apuntó que “con el objetivo de abordar la doble crisis que afecta al olivar, la económica y la ambiental”, nació el proyecto Olivares Vivos, que puede suponer “una interesante vía para incrementar el valor añadido y la diferenciación de los olivares tradicionales jiennenses”. Remarcó que nueve de las quince marcas de AOVEs etiquetados como ‘Olivares Vivos’ se producen en Jaén y “serán punta de lanza para promover los olivares vivos en la provincia”.
Después de cuatro años de intensos trabajos de investigación, el proyecto constata que el olivar tiene una extraordinaria capacidad para recuperar biodiversidad a partir de sencillas y económicas medidas de restauración cuya eficacia ha sido demostrada. “Incrementar la biodiversidad en el olivar incrementa la sostenibilidad del cultivo e incorpora a los AOVEs producidos en estos olivares un valor añadido contrastado que contribuye significativamente a la lucha contra el cambio climático y la crisis de biodiversidad. Ahora disponemos de un modelo de olivicultura para producir aceite de oliva que recupera flora y fauna y que, además, muchos olivicultores están dispuestos a seguir. Ahora les toca a los consumidores apoyarlo, y este ha sido el objetivo de la jornada de hoy”, remarcó Francisco Valera.
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