El Centro de Migraciones de Cruz Roja Puente Genil mantiene actualmente más de la mitad de sus camas ocupadas, aunque las previsiones apuntan hacia un incremento de cara a las próximas semanas. Así lo ha puesto de manifiesto su director, Ángel Pérez, quien explicó que “durante el confinamiento más duro se bajó la ocupación, pero estamos a la espera de volver a la normalidad, sin bajar la guardia en el desarrollo de medidas que eviten la aparición de cualquier foco y, en caso de que apareciera, poder responder de la forma más ágil posible”.
Pérez quiso mostrar su agradecimiento tanto al Ayuntamiento como a la ciudadanía en general por la colaboración que han mantenido en los últimos meses con la entidad “en una situación extremadamente difícil para todos”. El director del centro extendió ese agradecimiento a los voluntarios, “que han aumentado”; al personal del propio centro de migraciones “para sacar adelante un escenario complejo con creatividad”, y a los residentes “por su compromiso y control de la pandemia trabajando para salir de tratar de salir de la situación que teníamos de una manera bastante airosa”. “Es en los momento difíciles cuando nos tenemos que acordar más de los más necesitados, y la verdad es que nosotros teníamos una situación compleja, ya que con gente que partía de una situación más complicada si cabe, el mérito es importante puesto que lo han tenido más difícil para salir adelante”, precisó.
Sobre el perfil de los residentes, el director del centro informó que en los últimos tiempos ha habido un aumento espectacular de personas procedentes de América Latina. “El centro ha dejado de tener un perfil subsahariano, y ahora tenemos a muchas personas latinas que vienen sobre todo de Venezuela, Colombia y Honduras, algo que entra dentro del programa de protección internacional, que señala que el 31% de las personas que llegan bajo estos criterios proceden de Venezuela y Colombia”, manifestó Pérez, quien prosiguió añadiendo que “después está Georgia, y personas con origen magrebí, especialmente procedentes de Argelia, conformando todas las anteriores en torno al 80% o 90% del total”. “Entre ellas hay de todo, perseguidos políticos, personas que huyen por no poder vivir su sexualidad en libertad, otras que necesitaban una salida con una mejor vida para ellos, y también tenemos personas con dificultades para la integración y otras con diversidad funcional”, precisó.
Por último sobre el ambiente existente en el centro durante la situación de estado de alarma, Ángel Pérez dijo que “somos unos veteranos en afrontar situaciones complejas y la experiencia de Cruz Roja Puente Genil ha sido fundamental para poder levantarse tras los golpes sufridos. “Tenemos un equipo bilingüe, de apoyo idiomático y eso nos permite afrontar bien todo lo derivado del uso de los servicios que ofrece el centro. Nosotros nos hemos regido por la normativa de los espacios socio sanitarios y hemos establecido planes de contingencia para saber responder en caso de que apareciera virus en el equipo o en los residentes, también hemos reducido a la mínima expresión las salidas y hemos echado mano de todo lo que estaba a nuestro alcance para responder de las necesidades afectivas”, dijo Pérez, quien se felicitó por el hecho de “haber podido caminar sobre esta crisis sin positivos entre los residentes, lo cual es un éxito y al mismo tiempo una palmada en la espalda sobre las cosa bien hechas, porque sin la colaboración de todos esto no hubiese tenido sentido y la respuesta hubiera sido totalmente distinta”.
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