La Parroquia Vaticana y Castrense de San Francisco acogió este domingo la ceremonia por la solemnidad del Corpus Christi, de forma excepcional y tomando el relevo de la iglesia Mayor parroquial, de menor aforo que la castrense.
El arcipreste de San Fernando, Gonzalo Núñez del Castillo fue el encargado de presidir una eucaristía concelebrada por otros sacerdotes de San Fernando. En los primeros bancos, la alcaldesa de San Fernando, Patricia Cavada y miembros de la Corporación Municipal, todos con la presencia de tres personas por banco y mascarillas para evitar la propagación del coronavirus. Hubo representaciones de la Armada y del Ejército, además de la Policía Nacional y representaciones de las hermandades de penitencia y gloria de San Fernando, que asistieron al acto.
Tres grandes centros exornaban el altar y en el templo, la diferencia con otras ocasiones fue la ausencia de pasos o de las banderas.
La parroquia castrense y la comisión Pro Corpus fijaron medidas como la entrada en el templo por la puerta de la calle Real, salvo para personas de movilidad reducida, entre las 10:20 y 10:40 horas, con objeto de que todo el mundo estuviera situado antes del inicio de la función a las 11.00 horas.
Fue un domingo de Corpus en un año donde los niños no han realizado aún la primera comunión por la pandemia del coronavirus, y en el que tampoco hubo procesión por las calles de San Fernando, ni altares, ni alfombras, ni el público habitual en las terrazas de los bares del itinerario de la procesión, por la pandemia del coronavirus.
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