La Oficina del Defensor del Pueblo andaluz, dirigida por Jesús Maeztu, ha abierto una queja de oficio para investigar sobre la reorganización de la atención pediátrica en los centros de salud de San Jerónimo, Pino Montano A y Mallen en Sevilla, "justificada" en la canalización de los circuitos de atención sanitaria para mejor atención de los pacientes de Covid-19 y como mecanismo de "garantizar" la vuelta a la actividad presencial en los centros de atención primaria "con las máximas garantías".
En la queja, dirigida a la Consejería de Salud y Familias y consultada por Europa Press, la Defensoría señala que dentro del Plan de desescalada en salud de la Consejería de Salud y Familias les ha llegado la noticia, a través de diferentes medios de comunicación, de las medidas anunciadas para la reorganización de la atención pediátrica en los centros de salud de San Jerónimo, Pino Montano A y Mallen, justificada en la canalización de los circuitos de atención sanitaria en el nivel primario para la mejor atención de los pacientes de Covid-19.
Maeztu indica que según fuentes consultadas, "se trataría de garantizar circuitos diferenciados" en los que se mantengan las distancias de seguridad entre consultas de pediatría y de medicina de familia y por ello el Distrito Sanitario de Sevilla "habría decidido concentrar la atención pediátrica en el centro de salud Pino Montano B --que atenderá a la población infantil del centro de salud Pino Montano A--, e igualmente, el centro de salud de Alamillo atenderá a la población pediátrica del centro de salud ubicado en la barriada de San Jerónimo y el de Mallen se trasladaría al Greco".
De este modo, la institución expone que le "preocupan" las medidas adoptadas "al no poder determinar con claridad la conexión entre esta reorganización y el plan de desescalada pautado en atención primaria", al tiempo que manifiesta que las mismas "han provocado inquietud en la ciudadanía comprendida en el ámbito de atención de dichos centros".
Asimismo, añade que consultado el Plan funcional para la normalización del trabajo en la actividad asistencial, que regula determinadas cuestiones para la normalización de la actividad primaria, "no se transluce esta necesidad de diferenciación de espacios entre la atención pediátrica y la medicina de familia", que "además responde al esquema común de los centros de salud, puesto que los equipos básicos de atención primaria están compuestos por personal de diferentes categorías, entre los que se encuentran los médicos de familia y los médicos pediatras, pudiendo los primeros suplir a los segundos cuando se producen carencias de personal".
Igualmente, expone que "no encuentra" ninguna recomendación o necesidad de este tipo en el documento 'Recomendaciones la estrategia de transición' aprobado el 25 de abril de 2020 por el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (Ccaes) adscrito al Ministerio de Sanidad, que "sí especifica otro tipo de medidas, como por ejemplo, los circuitos separados para la atención presencial de personas con síntomas respiratorios o infecciosos".
Sentadas esta premisas, el Defensor afirma que "ha de abundar en el tema fundamentalmente por la reiteración con la que la insuficiencia de especialistas en pediatría forma parte de las quejas tramitadas por la Defensoría" y debido a que desde al ciudadanía se viene apuntado un "déficit" de profesionales para la atención pediátrica primaria en centros de salud y consultorios de incardinación geográfica diversa.
"Más concretamente, respecto de uno de los centros de salud afectados por la reorganización que funda esta investigación, tramitábamos este mismo año la queja 20/325, en la que la promotora nos refería la escasez de personal y dificultad para acceder a las citas en la zona de Pino Montano, por la insuficiencia de profesionales", apunta Maeztu.
Y añade que el informe administrativo ofrecía los datos de profesionales de ambos centros de salud, "refiriendo que el centro de salud con un menor numero de profesionales es el denominado como Pino Montano A, con diez profesionales de medicina de familia y dos pediatras, atendiendo estos últimos a un cupo de 940 y 951 menores, que resultarían directamente afectados por una medida como la anunciada".
"PUEDE IR EN DETRIMENTO" DE LA CALIDAD ASISTENCIAL
En definitiva, el Defensor observa que la medida anunciada "puede ir en detrimento" de la calidad asistencial de los menores afectados y "no alcanzamos a vislumbrar en qué medida pueda tener encaje y venir impuesta su necesidad en el contexto de reorganización de la asistencia médica provocada por la pandemia", asegura.
Maeztu defiende, en consecuencia, solicitar a la Consejería de Salud y Familias que le facilite información sobre las medidas previstas en materia de reorganización para la atención primaria pediátrica y medicina de familia, concretando cuáles son las medidas, desde cuándo se van a aplicar, con qué criterios, con qué plazos, a qué centros afectan, la ratio resultante médico-paciente menor en los centros afectados, informando sobre las razones o evidencias para la elección de las mismas.
Solicita también que les dé traslado de la existencia de algún estudio actualizado acerca del número de menores atendidos por pediatría en el Distrito de Sevilla, número de médicos pediatras adscritos y ratio médico-paciente y les informe de las medidas previstas para atender la contratación de pediatras a fin de garantizar las medidas anunciadas de dobles circuitos, asistencia telefónica y teleasistencia.
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