Grecia dio este lunes un nuevo paso hacia la normalidad tras la crisis del coronavirus con la reapertura de los hoteles que operan todo el año, a los que les seguirán los de temporada a partir del 15 de junio.
Además de los citados hoteles abren los cámpines, en lo que constituye un primer ensayo en la acogida de turistas extranjeros a partir del 1 de julio.
Grecia, cuya economía se sustenta fundamentalmente en el turismo (más del 25 % del PIB), espera este año convertirse en destino preferente de una maltrecha temporada turística, gracias sobre todo a que con tan solo 175 víctimas mortales y algo menos de 3.000 casos es uno de los países en Europa menos afectados por la pandemia de COVID-19.
Los hoteles estarán sujetos a una serie de normas de higiene y seguridad adicionales como tener un responsable de gestión en el supuesto de que haya casos de coronavirus y un médico si el complejo supera las 50 camas.
Desde hace una semana operan ya los ferries hacia todas las islas, aunque con una serie de restricciones: tan solo pueden ofrecer la mitad de las plazas disponibles; los pasajeros deben rellenar un formulario de contacto y estado de salud y además es obligatorio el uso de mascarilla durante el viaje.
El tráfico aéreo ha entrado en una fase de transición. Por ahora operan básicamente los vuelos domésticos y algunos internacionales hacia el aeropuerto de Atenas, aunque con la obligatoriedad de someterse a una prueba de COVID-19 y a una cuarentena de una a dos semanas, dependiendo del resultado.
A partir del 15 de junio podrán llegar sin limitaciones turistas de un primer grupo de 29 países y lo podrán hacer tanto al aeropuerto de Atenas como al de Salónica, en el norte del país.
Entre estas naciones se encuentran algunas vecinas como Albania, y Macedonia del Norte, pero también de países de la Unión Europea como Alemania, Austria, Dinamarca, o extracomunitarios como Líbano, Japón, Israel y Nueva Zelanda.
La elección se llevó a cabo de acuerdo a la información emitida por la EASA (Agencia Europea de Seguridad Aérea, por sus siglas en inglés) y las autoridades sanitarias helenas, teniendo en cuenta que los países seleccionados comparten una situación epidemiológica similar a la de Grecia.
Las personas que leguen en estos vuelos podrán desplazarse por el país con libertad, sin guardar cuarentena, aunque sí podrán ser sometidos a pruebas aleatorias a su llegada.
Los nacionales de países incluidos en la lista de EASA de zonas consideradas de riesgo, aunque podrán visitar Grecia, deberán hacerse la prueba y someterse a una cuarentena de siete o catorce días, en función de si el test sale negativo o positivo.
A partir del 1 de julio se abrirán al tráfico internacional el resto de aeropuertos y podrán llegar sin restricciones turistas de otros países -la lista ampliada se dará a conocer a lo largo de este mes-.
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