El Servicio de Control de Mosquitos de la Diputación de Huelva continúa trabajando durante todos estos días en su Plan de Actuación 2020 para el control integrado de plagas mediante el uso de tratamientos correctores con biocidas, "al igual que lo hace durante todo el año y lo viene haciendo desde que se decretara el estado de alarma como consecuencia de la crisis sanitaria del Coronavirus".
Así, según ha indicado la institución provincial en nota de prensa, las zonas de tratamiento incluyen parcelas en marismas mareales, como también espacios verdes o zonas ajardinadas del término municipal; especialmente las situadas en la periferia del núcleo urbano, y las limítrofes con áreas de inundación mareal.
Sin embargo, las actuales condiciones de la pandemia y el estado de alarma, ha provocado que desde el Servicio de Control de Mosquitos se haya tenido que readaptar el calendario de los tratamientos previstos, así como las actividades de muestreo o monitorización de las poblaciones de mosquitos, en orden a hacer compatibles dichas actuaciones con la obligada protección de la salud de los trabajadores. El Plan Operativo de Control de Mosquitos cuenta con medio centenar de operarios para desarrollar las tareas de fumigación.
Así, el director del Servicio de Control de Plagas de la Diputación, Francisco Cáceres, ha señalado que en los dos últimos meses se han producido una serie de factores ambientales que han favorecido significativamente el proceso de cría de los insectos.
Por una parte, el incremento de algo más del 60 por ciento en el volumen total de precipitaciones recogidas en los meses de marzo y abril. Este incremento de las precipitaciones ha generado innumerables focos de cría de mosquitos en husillos, imbornales, solares abandonados, etc., en el interior del núcleo urbano, que están siendo tratados por nuestro equipo.
Por otra parte, las altas temperaturas del mes de mayo, junto con unos coeficientes de mareas muy altos han sido otros condicionantes que han provocado el aumento de los mosquitos.
Al mismo tiempo, el desarrollo descontrolado de la vegetación en zonas verdes, así como la proliferación de malas hierbas en calles y espacios públicos, como consecuencia o efecto añadido derivado del estado de alarma, junto con esa mayor frecuencia de días con lluvias, "también está suponiendo un importante factor que contribuye a incrementar la percepción no solo de mosquitos, sino también de otras muchas especies consideradas indeseables, ya sean plagas o no".
Cáceres ha asegurado que "en las últimas semanas se han acometido tratamientos no programados, intentando responder a esta masiva afluencia de mosquitos", principalmente en núcleos turísticos como Matalascañas, Mazagón, Isla Cristina o Punta Umbría, entre otros. Todas ellas zonas cercanas a la línea de costa.
También esta última semana se han reforzado "significativamente" los tratamientos de control en el municipio de Huelva, especialmente en las zonas limítrofes con las marismas del Odiel y la vertiente que da a la ría del Tinto, "como estrategia de control que complementa los tratamientos terrestres y aéreos que se llevaron a cabo desde el día 7 de mayo".
Para abordar este Plan de Actuación 2020, el dispositivo, con más de tres décadas de experiencia, cuenta con una plantilla sólida formada por 41 oficiales aplicadores, cinco capataces, un técnico de laboratorio, un biólogo jefe de programación y desarrollo, un biólogo jefe de investigación, un director del servicio y un auxiliar administrativo, además de 11 operarios contratados para intensificar las labores de verano.
Asimismo, a todo ello hay que sumar los medios técnicos disponibles, como vehículos aéreos, terrestres y embarcaciones equipadas con motor fueraborda, entre otros.
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