La tan llamada “nueva normalidad” que trae consigo la convivencia con el covid-19 —hasta que no se encuentre una vacuna para erradicarla— obliga a ciudadanos, empresas y negocios a actualizarse. Uno de estos sectores que se ve en la necesidad de adaptarse a los nuevos tiempos es el hostelero.
La fase 1 ha permitido a aquellos bares con terraza a abrir sus puertas de nuevo, casi dos meses después de decretarse el estado de alarma, al 50 por ciento de su capacidad y colocando sus mesas de manera que se mantengan los dos metros de distancia social. El avance en las próximas fases permitirá que se vayan ampliando las mesas y la posibilidad de que los clientes puedan acceder al interior de los locales para consumir.
La presencia de gel hidroalcohólico, mamparas o máquinas de ozono se convertirán en comunes y habrá que convivir con ellos en los próximos meses. Pero uno de los elementos más característicos e indispensables de todo bar y restaurante también tendrá que readaptarse a los nuevos tiempos: las cartas en papel.
Desde que se dieron a conocer las nuevas recomendaciones sanitarias, el tema de las cartas y menús se convirtieron en un quebradero de cabeza para los propietarios de negocios hosteleros. “Están constantemente cambiando de manos, lo que obligaría a camareros a tener que estar desinfectándolas cada dos por tres y teniendo que desatender sus característicos menesteres de tomar nota de las comandas, traer o recoger platos o cobrar. Sin embargo, todo eso se evita con las cartas digitales que cualquier cliente puede consultar desde su teléfono móvil”, señalan Cristo García y Jorge Miró desde la jerezana agencia de comunicación y marketing digital ‘La Caja’.
Dicha agencia lleva trabajando en estas cartas digitales desde que se dieron a conocer las diferentes fases de desescalada y las nuevas medidas sanitarias que tendrían que cumplir los bares y restaurantes, entre ellas, la obligación de retirar las tradicionales cartas físicas en papel. Desde La Caja explican que todo son ventajas con este nuevo sistema digital a través de código QR, la evolución del clásico código de barras que permite almacenar cualquier tipo de información. “Prácticamente todos los móviles de última generación ya traen incorporado el lector QR en la propia cámara del móvil, y si no los incorporan, solo hay que descargarse cualquier lector de los muchos que hay tanto en Play Store (Android) o App Store (Apple, aunque los nuevos Iphone ya incorporan el lector en sus cámaras)”, indican desde La Caja.
Pero, ¿cuáles son las ventajas de las cartas digitales? En La Caja lo tienen claro: “De un lado, transmites mayor tranquilidad al cliente, en unos tiempos en los que la gente aún se muestra algo insegura de salir a la calle y más de sentarse en un bar rodeada de personas. De otro lado, es un sistema muy fácil de usar tanto para el hostelero como para el cliente, porque no exige descargarse ninguna app a ninguna de las dos partes. Además, el hecho de ser digital permite al restaurante modificar tantas veces la carta como quiera, evitando tachones o nuevos gastos de impresión”.
Desde La Caja, que ya ha cerrado acuerdos con negocios como Restaurante Antonio, La Piedra, Tabankino, Pizzería da Enrico o cafetería Berlín, entre otros, añaden la posibilidad de implementar atractivos diseños, fotografías y diferentes idiomas, además de enlaces a los perfiles de redes sociales de los negocios, página web o WhatsApp y correos electrónicos para que incluso los clientes puedan reservar mesa o resolver sus dudas contactando directamente con el restaurante. “Los tiempos han cambiado y obligan a nuevos cambios. El que ahora no se adapte lo va a tener complicado para seguir adelante en el futuro”.
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