Desde este lunes que se estrenó la primera fase de la llamada desescalada están autorizados los desplazamientos dentro de la misma provincia. Esto permite pues las escapadas de fin de semana. Eso es lo que han debido pensar aquellos que están llamando a las casas rurales ubicadas en el municipio de Cazalla de la Sierra, en la Sierra Morena sevillana. Sotero Martín, el alcalde de este pueblo de 5.000 habitantes, el más importante de la comarca (formada por una decena de pueblos), confirma que han hecho estos días un sondeo entre 20 casas rurales del pueblo y la respuesta es unánime: “Se les caen los teléfonos. Hay una demanda grandísima. Están completos”.
Cazalla es el municipio con más establecimientos de este tipo dentro de la provincia de Sevilla. Según los datos de Prodetur, la entidad de la Diputación Provincial de Sevilla que gestiona los temas relacionados con el turismo, son 31 las casas rurales que hay en el municipio. El alcalde cifra en alrededor de 600 las plazas de alojamiento rural disponibles. Pero a Sotero Martín no le preocupa la ocupación hotelera este fin de semana, “que es una buena noticia”, sino las segundas residencias. Por este tipo de viviendas, el pueblo puede crecer hasta un 30%, porcentaje que ha llegado a triplicarse algunos veranos, recuerda el alcalde. Por eso, y siendo conscientes de que el control es cada vez “más complicado” al permitirse la movilidad, el Ayuntamiento cazallero hará controles para evitar que entre gente de otras provincias que no sea la de Sevilla.
Cazalla de la Sierra ha registrado tres contagios de coronavirus, de los cuales uno acabó en fallecimiento.
El turismo rural es uno de los sectores que antes va a reactivarse. Así lo cree el gerente de Prodetur, Amador Sánchez, que confirma que “en cuanto puedan abrir, van a hacerlo”. “Ya están adaptándose a los protocolos nacionales, en los que se establece, por ejemplo, que tienen que tener un dispensador para desinfectar las llaves en cada entrega, usar mascarillas en ese momento de contacto entre el dueño de la casa rural y el cliente, no poner folletos en la vivienda y retirar toda la ropa de cama extra que haya, tipo mantas o sábanas”, amén de la desinfección y limpieza exhaustiva de las residencias.
La provincia de Sevilla tiene ahora en el turismo rural y en el de naturaleza una gran baza y un primer camino que transitar para la reactivación del sector. Un turismo saludable y al aire libre que permite mantener las distancias sociales con actividades no masificadas para así disfrutar del tiempo de ocio. De hecho, fue uno de los pilares que vendió la provincia en la Feria Internacional de Turismo (FITUR) 2020 en Madrid semanas antes de que se decretara el estado de alarma.
“Todo apunta a que el turista optará por actividades relacionadas con un turismo en espacios abiertos y en contacto con la naturaleza que le aporten seguridad. Esto puede ser una oportunidad para el turismo rural y sostenible. La provincia de Sevilla, ahí, tiene un gran potencial en enclaves como la Sierra Morena, Doñana o el Corredor Verde del Guadiamar”, asegura el presidente de la Diputación, Fernando Rodríguez Villalobos.
La Sierra Morena hispalense y la parte sevillana del Parque Nacional de Doñana (humedales que son el refugio de aves migratorias de todo el mundo) son dos enclaves naturales estratégicos. “Hay más de cien empresas que ofrecen actividades de ocio en espacios naturales de hasta 40 pueblos. Actividades que van desde rutas en bicicleta, a nordic walking y espeleología, así como actividades ecuestres y acuáticas”, relata el gerente de Prodetur. “La clave en la que tenemos que trabajar todos es en que se identifique la provincia como un destino seguro”, apostilla Amador Sánchez.
En el censo oficial de la Junta de Andalucía a noviembre de 2019, en la provincia de Sevilla hay 216 casas rurales con 2.200 plazas repartidas por todos los pueblos, siendo Cazalla, Constantina y Guadalcanal, los municipios con mayor peso.
El gerente de Prodetur no aventura ninguna previsión de cara al verano. “Al ritmo que vamos y con la información de la que disponemos, las perspectivas son positivas aunque no creo que haya nadie con capacidad para saber qué va a pasar. Los escenarios cambian con mucha rapidez y las pautas las van a ir marcando las autoridades sanitarias y el Boletín Oficial del Estado”. Lo que sí tiene claro la Diputación es que hay que ir dejando despejado el camino para cuando el mercado, sobre todo, extranjero, se abra. En este sentido, y como consecuencia del estado de alarma, el Plan de Acción del organismo provincial para el sector turístico se quedó en dique seco el pasado 13 de marzo (las acciones que se aplazaron suman más de 300.000 euros). Ahora se están reestructurando esas acciones con la Junta, buscando sobre todo “formatos” que en nada se parecerán a las presentaciones y actividades que se han venido haciendo hasta ahora. “Ya no se verán cócteles ni actos con 200 personas”.
Ahora más que nunca, la capital y la provincia buscan estrechar alianzas con las que conseguir una recuperación del turismo. En esa línea es donde se enmarca la participación de Prodetur la semana que viene en las mesas de trabajo organizadas dentro del Plan 8 del Ayuntamiento de Sevilla.
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