María José Cano (San Fernando 1969) dio este martes el relevo a Miguel Ángel Ortiz de Valdivielso para sustituirla al frente de la gerencia de la Gerencia del Área Sanitaria de Jerez, Costa Noroeste y Sierra de Cádiz tras un año al frente y casi tres meses de pandemia que casi parecen otro más. Reconoce que se marcha satisfecha tras un año "muy intenso" y muy ilusionada ante el “reto” de afrontar la coordinación del Plan Estratégico de Formación del SAS. En marzo se cumplió un año de su llegada al cargo, justo cuando se decretó el estado de alarma por la pandemia, toda una prueba de fuego.
Lo que no queremos hacer es una desescalada rápida que pudiese provocar un mayor número de contagios”¿Qué balance hace de su gestión al frente del Área Sanitaria de Jerez-Costa Noroeste y Sierra de Cádiz?
–Ha sido un año demasiado intenso diría yo. Yo hago un balance bueno, para mí fue un reto afrontar la gerencia de un área tan grande como la de Jerez y, si bien es cierto que me ha pillado de todo, he visto que es un área con profesionales muy implicados y sobre todo a la hora de los momentos difíciles. Yo siempre digo que los momentos difíciles sacan lo mejor o lo peor de la persona y es verdad que aquí en el área ha sacado muchísimo bueno de la gente. Han sido capaces de reinventarse, como hemos tenido que reinventarnos ante los problemas, y de unirse y de trabajar de una manera increíble. Así que un balance muy bueno.
La llegada de la pandemia lo ha paralizado todo. ¿Se va con la sensación de haber dejado los deberes hechos?Cuando llegó uno de los retos era reducir las listas de espera, lo cual va a ser complicado ahora
–Empezamos con las listas de espera, empezamos a trabajar mucho también en Atención Primaria el tema de las nuevas agendas, los pilotajes en dos de los centros de salud de los dos distritos. Hay muchas cosas por hacer, por supuesto, y además la pandemia parece que lo congeló todo. Ha habido un momento de parón de estos dos meses y ahora hay que volver a retomar todo. Volver a la normalidad, no, porque nunca vamos a volver a lo que teníamos antes de la pandemia, pero sí es verdad que hay que volver a retomar absolutamente todo y sobre todo también todos esos proyectos que estaban en marcha. Me voy con el orgullo de que me haya tocado vivir este principio de proyectos y de dejarlos encaminados y, sobre todo, con profesionales y equipos muy consolidados y unidos que, además, tienen muchas ganas de seguir los proyectos que ya se empezaron.
Hay quienes han visto su marcha como un cese por su gestión de la crisis, lo cual desmintió el propio SAS
–Ha sido lo contrario. Un ascenso. Es una promoción. El gerente del SAS me pidió estar en su equipo y le dije que sí. Mi incorporación estaba prevista entre el 15 al 30 de marzo y, bueno, de hecho, tuve una primera reunión por temas de formación en la Escuela Andaluza de Formación Pública previamente. Luego llegó el estado de alarma. Como es lógico, no era el momento de hacer ningún cambio. Y, bueno, pues me quedé. Sí es verdad que una vez que ha pasado lo que ha sido el pico de la pandemia y la situación está mucho más controlada, ya se decidió que ya me tenía que incorporar. Llegué a dar hasta la señal de un piso.
Para bien o para mal esto le ha permitido estar al frente de una crisis sanitaria por una pandemia. ¿Cree que la gerencia ha estado a la altura?
–Yo creo que sí. Es verdad que una pandemia es muy difícil para todo el mundo y para los gestores también mucho más, porque tienes muchísima responsabilidad sobre tus hombros. En nuestro caso, en el Área de Jerez hemos tenido que reinventarnos y en menos de una semana tuvimos que darle la vuelta entera al hospital, intentar anticiparnos a todo lo que pudiera venir sin saber exactamente qué era lo que iba a venir, ni lo que nos íbamos a encontrar, y más aún si mirábamos para otras zonas como podría ser Madrid. Entonces preparamos el hospital para tener muchísimos más respiradores y puestos de respiradores si los necesitábamos, que gracias a Dios no nos han hecho falta. No nos hemos visto comprometidos, tuvimos que modificar todas las plantas de hospitalización y tener preparada la primera, segunda, tercera, cuarta y hasta la quinta si hacía falta y la sexta y, no, nos quedamos en la cuarta; y luego volver también un poco a darle la vuelta y empezar a intentar volver a la normalidad. También se reinventó un laboratorio de microbiología para dar respuesta a toda la población de Jerez y e incluso de Puerto Real, que también se le dio respuesta en el tema de las PCR y, bueno, la Atención Primaria, que sí es verdad que en un primer momento ha estado un poco más en la retaguardia excepto los DECU. Sí es verdad que los centros de salud no han tenido que encontrarse con esa avalancha que sí ha tenido que afrontar el hospital.
Ahora llega el momento justamente de los centros de salud
–Ahora es el momento en el que la Atención Primaria tiene que reinventarse igual que lo hizo el hospital porque es cuando va a empezar a recibir mucho más al ciudadano, que hasta ahora es verdad que, a no ser que fuera para urgencias o atención no demorable, iba más al hospital.
¿Y están preparadas estas dependencias de Atención Primaria para lo que pueda venir?
–También estamos trabajando en ello, pero es verdad que cuando empezó la pandemia yo se lo decía al equipo y a los profesionales: no sabemos ante lo que nos vamos a encontrar, con lo cual tenemos que intentar anticiparnos en todo, tanto en la formación de los profesionales, como en la prevención y la concienciación al ciudadano, y ahora estamos exactamente igual pero con una desescalada muy prudente. Sí es verdad que hay que ser muy prudente porque no sabemos si podemos tener brotes o no, según dicen todos los estudios, se prevé para octubre, pero eso va a depender mucho también del comportamiento que tengamos todos los ciudadanos a la hora de volver a desescalar, entonces tiene que se revisable continuamente y semanalmente para ir incidiendo en lo que se puede mejorar e ir mejorando.
¿Cuál es la situación ahora mismo del hospital en cuanto a ingresos de pacientes Covid?
–Llegamos a tener cuatro plantas abiertas y ahora mismo tenemos dos y con la previsión de que en un plazo muy corto de tiempo se quede solamente una de ellas. Tenemos las dos pero también porque, aparte de tener la residencia medicalizada, hemos ingresado a muchos pacientes de La Marquesa, porque es verdad que eran pacientes frágiles y que necesitaban el hospital. Por eso también el hospital ha tenido un número más alto de pacientes ingresados.
Más de la mitad de estos ingresos son usuarios del citado geriátrico
–En estas dos últimas semanas sí. Más de la mitad. La situación de La Marquesa se ha revertido totalmente y prevemos que la semana que viene probablemente no tengamos ningún paciente de esta residencia.
Hablamos ahora de los profesionales sanitarios. La queja ha sido común en todos los hospitales: la falta de equipos de protección (EPI). Es diplomada en Enfermería, ¿se ha puesto en su lugar durante esta crisis y por todo lo que han pasado? ¿Considera que se ha estado a la altura con ellos?
–Tengo un defecto o una virtud y es que profesionalmente me pongo mucho en el lugar del otro. Así ha sido durante toda mi vida y en todos los sitios donde profesionalmente he desarrollado mi trayectoria. Ya no creo tanto que sea el hecho de ser diplomada en Enfermería, que también, evidentemente, pero, aunque sólo fuera licenciada en Psicología, estoy convencida de que me hubiese puesto en el mismo lugar. Y si te pones en el mismo lugar de la otra persona, el miedo a lo desconocido es algo muy malo. De hecho, el mayor problema yo creo que es ese, sobre todo cuando no sabes a qué te estás enfrentando. La queja de los EPI ha sido un tema a nivel nacional y mundial. Hemos luchado constantemente para que no faltara de nada y te puedo decir que en cuanto al EPI considerado por el Ministerio -que es una bata desechable, una mascarilla quirúrgica, excepto en determinadas técnicas como manejo de aerosoles, que si tienes que ponerte un material de más nivel- nosotros aquí en el Área de Jerez a cualquier profesional que ha estado ante un caso de sospecha o un caso confirmado siempre se le ha dado bata, se ha ido a un nivel superior, bata impermeable y mascarilla FFP2. ¿Que nos hubiese gustado, como a todo el mundo, tener constantemente mejores materiales? De eso no cabe duda, pero la situación es complicada. También es verdad que al tener el problema del mercado, lo que sí ha habido es mucha variabilidad en el tipo de material, y eso creo que ha creado mucha desconfianza, porque hoy te dan una bata azul, mañana te dan una bata amarilla y pasado te dan una bata de otro color. Siempre han sido batas homologadas y consideradas EPI, pero tanto cambio de material creaba mucha desconfianza.
El Hospital de Jerez también ha sufrido el tema de las mascarillas defectuosas de hasta tres modelos. Ha sido un poco la gota que ha colmado la paciencia de los sanitarios
–Eso ha sido ya un aumento más de la desconfianza, pero el primer choque fue para nosotros mismos. Imagínate como gestor que te encuentres con que te llamen y te dicen, mira, que se ha detectado que esta mascarilla es defectuosa. No te puedes hacer una idea de lo que significa y, bueno, menos mal que ya a partir de lo que ha sucedido está claro que no pasa ni un material por los profesionales que no esté previamente validado por el centro que considera que sí reúne las condiciones.
Andalucía es la comunidad autónoma con más sanitarios contagiados del país. ¿Cómo están los datos de contagio en el Área de Jerez?
–Desde el principio el porcentaje de contagios en el área es sobre 2,1 por ciento. Ahora mismo tenemos confirmado un 0,49 por ciento y el resto son profesionales que ya están curados. En el tema de las mascarillas el porcentaje no ha sido tan alto, ha sido más el previo. Sí es verdad también que cuando tuvimos mayor contagio fue al principio y, curiosamente, la gran mayoría no fue con pacientes con sospechas. Pero también es verdad que fue ese primer momento -antes a que se decretara el estado de alarma- en el que también nos encontrábamos toda la población con una situación en la que había mucha movilidad; se seguía viajando.
Otra reivindicación continua ha sido la realización de más PCR y test rápidos a todos los profesionales sanitarios. ¿Cuántas se han realizado?
–En PCR hemos hecho unas 1.800 PCR a los profesionales y test rápidos llevamos ya en Primaria 1.450 y en el hospital 2.400. Nos faltaría aproximadamente unos 400 para terminar de testar a todos los profesionales.
Antes hablaba de la posibilidad de que haya rebrote en octubre, según los último estudios. ¿Estaría el Hospital de Jerez preparado para anticiparse?
–Estaría preparado tanto si ocurre en en octubre, como si ocurre previamente. Es verdad que ante el hecho que tener que anticiparnos de manera rápida, hemos demostrado que hemos sido capaces de reinventarnos para poder atender a la pandemia. Si vuelve a venir, que ojalá no sucediera, es cierto que de todo lo que hemos hecho hay cosas mejorables que, evidentemente, a la hora de volver a encontrarnos en una situación como la que hemos estado o la que sea, seguro que nos lo facilita para poder hacerlo mucho mejor.
Poco a poco el hospital va a reanudando más servicios, ¿qué plazos barajan para estar a pleno rendimiento?
–Hemos reanudado servicios, pero con porcentajes. Hemos empezado las consultas externas con un 30 por ciento más y se va a ir aumentando, se va a ir revaluando todas las semanas para ver como va funcionando. La pandemia lleva cambios, hay cosas que, como dicen, han venido para quedarse. Ya la actividad de las consultas externas no puede ser la que era, la mayor concentración en mañanas y por la tarde menor, ahora mismo tendremos que tener un 50% en mañanas y tardes precisamente para evitar que haya mucha aglomeración de personas. Vamos a ir aumentándolo semanalmente en función de cómo vayamos viendo el comportamiento de las consultas, de los espacios, de los tiempos. El tiempo entre cita y cita se amplía. Los quirófanos también los hemos aumentado, hay seis funcionando, y habrá que seguir aumentando progresivamente la actividad en función de cómo vayamos viendo que va funcionando todo. Lo que no queremos es hacer una desescalada rápida que pudiese provocar un mayor número de contagios.
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