Los jugadores del Málaga volverán al trabajo, según la previsiones del club dentro de protocolo de LaLiga, a finales de esta semana y para ello se ha acondicionado el estadio de La Rosaleda para que cumpla con las normas impuestas por las autoridades sanitarias.
El equipo dirigido por Sergio Pellicer arrancará el trabajo en dos campos, el principal del estadio y el anexo ubicado en los exteriores, informaron fuentes del club.
La primera fase de los entrenamientos se realizará de manera individual para mantener la distancia recomendada entre los jugadores, que tendrán que cumplir estrictas medidas de seguridad con el objetivo de garantizar la salud de ellos mismos, cuerpo técnico y trabajadores.
Según indica la entidad blanquiazul en un comunicado, La Rosaleda ha sufrido diferentes modificaciones para cumplir estas normas, entre las que destacan la de pintar en el campo anexo cinco porterías pequeñas en las paredes que delimitan su perímetro de esta instalación.
De esta forma, se asegura el espacio necesario entre los futbolistas, y además, para minimizar la movilidad lo máximo posible, se han habilitado unos vestuarios, sala de trabajo, enfermería y gimnasio en el edificio contiguo a dicho campo anexo.
Tanto un gimnasio como un pequeño campo de césped artificial en esa zona también permitirá realizar determinadas actividades físicas al aire libre.
Otras de las actuaciones en el estadio y sus exteriores se han centrado en la zona de aparcamientos y de tránsito, que cuentan con señales e indicaciones específicas para mantener la distancia de seguridad y cumplir así con el protocolo de actuación.
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