El Unicaja cuenta con trece jugadores aptos físicamente para el regreso al trabajo con entrenamientos individuales, previstos en principio a partir de este lunes, aunque antes deberán someterse a test serológicos en una clínica de Málaga para confirmar que no están contagiados de la covid-19.
Estas pruebas médicas se realizarán a todos los jugadores, técnicos y familiares que conviven con ellos, tanto del primer equipo masculino como del femenino, que son los que volverán a la actividad en esta primera etapa, según el protocolo de actuación establecido por el Unicaja.
El club también les ha recomendado que continúen confinados en sus casas y sólo salgan para acudir a los entrenamientos con el fin de garantizar su seguridad y la de sus familiares.
Los jugadores citados son Alberto Díaz, el israelí Gal Mekel y el estadounidense Josh Adams (bases); el escolta Darío Brizuela; el polaco Adam Waczynski, el galo Axel Bouteille, el canadiense Melvin Ejim y el serbio Marko Simonovic (aleros); Carlos Suárez y el estadounidense Deon Thompson (ala-pívots); y Rubén Guerrero, el ucraniano Volodymyr Gerun y el estadounidense Fran Elegar (pívots).
No estarán para reincorporarse al trabajo el alero francés Axel Toupane, que se recupera en su país de una operación en el tendón de Aquiles; el escolta Jaime Fernández, que será intervenido este jueves en Madrid de una dolencia en ambos talones; ni el escolta serbio Dragan Milosavljevic, convaleciente de una grave lesión de rodilla.
Los jugadores de los equipos masculino (Liga Endesa) y femenino (Liga 2) pasarán las pruebas médicas por la mañana y por la tarde retomarán la actividad bajo un protocolo estricto de medidas de seguridad que establece tres fases de retorno: entrenamientos individuales, por grupos reducidos y, por último, colectivos.
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