Abel Gómez tendrá siempre tendrá en su corazón al Atlético Sanluqueño. Fue el club en el que colgó las botas y en donde inició su andadura como entrenador de fútbol sin cambiar de entidad deportiva. Fue dejar de correr en un terreno de juego y sentarse en un banquillo, teniendo como escenario el Estadio El Palmar. La pasada temporada la inició como futbolista del Atlético Sanluqueño y la finalizó como entrenador de este mismo club tras suplir en el cargo a Rafael Carrillo. Logró la permanencia en la Segunda División B aunque hubo que esperar hasta la última jornada y con un gol de Güiza de penalti ante el Badajoz en Sanlúcar de Barrameda para estar tranquilo.
Deseando de volver a entrenar en un futuro, mi experiencia en el Atlético Sanluqueño fue muy positiva"En la actual, que se supone ha finalizado, realizó un gran trabajo. Los resultados eran los apetecidos, incluso renovó para la 2020-2021, pero una racha de seis derrotas seguidas decidieron. Eso sí, se marchó sin que el Atlético Sanluqueño estuviera alguna vez en puestos de descenso. Abel Gómez se encuentra confinado en Málaga, donde tiene residencia. Allí le pilló por motivos familiares el Estado de Alarma.
Desdes tierras costasoleñas manifestó a Sanlúcar Información que “hay que adaptarse a esta situación, que es algo nuevo para todos nosotros. El fútbol es nuestra vida y la cosa se ha dado así. Nos tenemos que preparar a esta nueva situación, que creo que irá para largo”.
Abel Gómez ha estado curtido en mil batallas tanto en la Primera División, Segunda División A y Segunda División B. No olvida su paso por el Atlético Sanluqueño: “Ha sido el club donde colgué las botas y donde inicié mi etapa de entrenador. Fue difícil dar el paso porque dejaba de estar en activo pero no puedo dejar de reconocer que afronté una etapa muy bonita. Estoy deseando volver a entrenar y más porque mi etapa en el Atlético Sanluqueño fue positiva. Cuando cogí al equipo la pasada temporada estaba en descenso y nos salvamos. En la actual no llegamos a estar nunca en puestos de descenso”.
De la entidad que preside Miguel González resalta que “el trato que me dio fue muy bueno. Al club llegó gente nueva y llena de ilusión. Los directivos saben que di el máximo por este club”.
De si se explica porqué llegó esa racha de seis derrotas seguidas entiende que “coincidió también que acumulamos muchas bajas, ausencia de jugadores importantes. Eso hizo mucho daño aunque dimos siempre la cara. Estaba convencido de que podíamos sacar esto adelante”.
Abel Gómez, que llegó a convocar a cinco juveniles en las últimas jornadas en las que dirigió a los verdiblancos, tiene claro que “la permanencia se ha conseguido y más porque veo difícil que haya más Liga. Posiblemente sí en la Primera y en la Segunda División A porque económicamente mueve mucho y aún así habrá que realizar un esfuerzo muy grande porque se jugaría a puerta cerrada. En la Segunda División B sería mucho más difícil porque no existe ese potencial económico ni hay controles para garantizar una seguridad sanitaria”.
De cómo es su día a día a nivel profesional desvela que “continuo viendo fútbol a través de una plataforma. Sigo formándome y conociendo distintas facetas. Sigo haciendo cosas y viendo jugadores. El fútbol sigue ofreciéndote oportunidades y un entrenador debe seguir formándose y analizando”.
Tras dirigir al Atlético Sanluqueño en Villarrubia el equipo verdiblanco ya no volvió a jugar más, de ahí que haya sido de momento el último entrenador en un partido del club de la Ciudad de la Manzanilla. Fue suplido por Romerito, que precisamente por la suspensión de la competición liguera no ha llegado a debutar. De hecho tendrá que haberlo hecho ante el Murcia en El Palmar. Sobre si ha hablado con él dice que “no. Tras el partido ante el Villarrubia el club me citó en la sede y después se paralizó todo y no hubo más fútbol”.
Sobre si sigue preocupándose por su estado físico dice que “siempre me ha gustado mantenerme en forma. Miro por la alimentación, hago mis circuitos y utilizo la bicicleta estática. Es primordial para seguir echando el rato con los amigos jugando al padel o al fútbol”.
Abel Gómez demostró ser todo un caballero en su estancia en el Atlético Sanluqueño.
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