El director para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Hans Kluge, subrayó hoy que la segunda misión de este organismo en España ha confirmado una "alentadora tendencia a la baja de los casos de COVID-19" en el país, pero pidió cautela en la fase de alivio de restricciones.
El informe de la misión de la OMS también muestra que España ha aumentado su capacidad de testeo de nuevos casos y de atención en cuidados intensivos, lo que unido a las medidas de distanciamiento social ha permitido a ese país comenzar a relajar sus medidas de confinamiento, señaló el experto belga en rueda de prensa.
"Todo indicio de que el virus está siendo controlado y mitigado es una buena señal, pero mi mensaje sigue siendo de cautela, porque la complacencia es nuestro peor enemigo en este momento", subrayó en rueda de prensa virtual desde Copenhague.
"No podemos permitirnos creer que estamos seguros", advirtió, e insistió en que el alivio de los confinamientos y otras medidas de distanciamiento social debe "ser cuidadosamente considerado y llevado a cabo gradualmente".
Kluge recordó que aproximadamente la mitad de los casos globales se han confirmado en Europa (1,2 millones, de un total global de 2,5 millones), y el Viejo Continente suma más de 110.000 fallecidos, casi dos tercios de la cifra mundial.
Aunque en países de Europa Occidental la tendencia parece ir a la baja, Kluge subrayó que en la parte oriental del continente sigue habiendo un incremento de nuevos casos diarios en países como Rusia, Bielorrusia, Ucrania o Turquía.
El responsable continental de la OMS afirmó que el mundo post-COVID-19 "debe reconocer la salud como la máxima prioridad política", porque sin ella "no hay economía ni seguridad nacional".
La pandemia también debe crear una nueva sociedad en la que "los trabajadores sanitarios sean realmente apreciados, porque normalmente son infravalorados cuando todo parece ir bien y sólo se les destaca en una epidemia, por lo que deben incrementar su prestigio", concluyó.
La responsable de Emergencias de OMS Europa, Catherine Smallwood, añadió que tras la pandemia deberá haber "continuados y agresivos sistemas de vigilancia capaces de identificar cualquier caso que ocurra en un país o comunidad, porque incluso con contagios en sólo un país seguirá habiendo un riesgo global con la COVID-19".
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