Como se suele decir con las películas, de los creadores de los niños no pertenecen a los padres nos ha llegado un nuevo capítulo. La ministra Celaá ha soltado en los medios de comunicación otra lindeza de tal calibre que los niños a partir de los doce años pueden salir solos a la calle.
¡Vaya barbaridad!
En primer lugar porque un niño con doce años solo en la calle con esta crisis sanitaria puede ser una auténtica bomba de relojería. Sin tener plena conciencia de los riesgos y de las medidas de seguridad mínimas para evitar un posible contagio. Pero, también desde un punto de vista de los padres.
Miren yo tengo un hijo de doce años y, se ponga la ministra como se ponga, no expongo a los peligros que se puede encontrar en la calle a mi hijo de ninguna manera. ¿Qué tipo de responsable público hace este tipo de manifestaciones? He llegado a pensar que quien usó guantes morados en la manifestación del 8-M no está bien de la cabeza. No puede seguir ni un minuto más en el cargo alguien que ha demostrado no ser responsable ni en su propia vida al decir este tipo de manifestaciones.
Todo esto va dentro de un debate de la justificación imposible de una nefasta gestión del desgobierno de Sánchez. Se mire por donde se mire, no hay por dónde coger la gerencia en tiempos de graves crisis sanitaria, social y económica como la que estamos viviendo. Estas manifestaciones, una vez más, vuelven a crear polémica, descontrol y, por supuesto, desconfianza en un gobierno que debe salir en cuanto tengamos estabilizada la situación.
Aún vendrán tiempos peores, aún nos soltarán otras manifestaciones de este tipo cuando se ponga todo bastante feo tras volver todos al trabajo (quien tenga la suerte de mantenerlo). Socializarán la culpa de toda esta crisis, el PSOE es experto en hacerlo.
Pero, por último, solo pido un poco de dignidad al desgobierno de Sánchez. Quítense de en medio y dejen de hacer declaraciones irresponsables en los medios de comunicación que sólo hacen crear confusión y malestar en la ciudadanía.
Quién no es responsable de gestionar su propia vida es imposible que sepa hacerlo con los demás. Por eso, esta ministra, con sus declaraciones, con sus actuaciones, no puede seguir ni un solo minuto más al frente del ministerio.
Me gustaría decir otra cosa. Tener a un gobierno responsable al frente de nuestro país pero esto, desgraciadamente, es lo que nos ha tocado a los españoles. Se suele decir que tenemos lo que nos merecemos pero, nuestro país, nuestra gente, esa que está sufriendo los ERTE, que está peleando en los hospitales para salvar vidas del COVID-19, la que está en su casa confinada, la que colabora aportando comida a quien no lo tiene, quien tiene su negocio cerrado o se ha visto en el paro no se merece esta indignidad de gobierno.
Lo único que espero, les soy sincero es que, cuando acabe todo esto, el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, convoque elecciones para que los españoles valoren toda la gestión realizada durante este tiempo.
No creo que se haga pero la esperanza es lo último que se pierde.
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