Australia mantendrá la prohibición de los viajes internacionales por la COVID-19 al menos durante tres o cuatro meses más, al considerar que sería "arriesgado" relajar estas medidas, dijo este jueves el jefe de la oficina médica gubernamental, Brendan Murphy.
"Acabamos de recomendar al Gabinete Nacional que se mantengan las estrictas prohibiciones que impiden a los australianos abandonar el país, a menos que haya circunstancias excepcionales, o la entrada de que aquellos que no sean ciudadanos australianos", añadió Murphy.
El jefe médico del gobierno recalcó a un comité del Senado que investiga la respuesta de Australia a la pandemia que debido a la situación internacional actual "cualquier medida para relajar las fronteras sería de gran riesgo".
El gobierno australiano fijó el nivel 4, el máximo de las alertas de viajes a raíz de la pandemia de COVID-19, prohibiendo además los desplazamientos al exterior de sus ciudadanos y después ordenó el cierre de sus fronteras a los extranjeros, a excepción de los residentes y ciudadanos.
Murphy expresó que probablemente el primer país al que se abra las fronteras sería al vecino Nueva Zelanda, cuyo gobierno ha sido alabado internacionalmente por las medidas estrictas para erradicar el coronavirus y que está aplanando la curva de infecciones.
Australia comenzará a relajar progresivamente las medidas para frenar la propagación de la pandemia con la reanudación de algunas operaciones quirúrgicas no urgentes y la reapertura parcial de algunas playas populares a partir de la próxima semana.
También los colegios comenzarán a reanudar poco a poco sus clases en algunos estados y el gobierno australiano tiene previsto evaluar si el 11 de mayo próximo da paso a la reactivación de algunas actividades esenciales, aunque se espera que el distanciamiento físico entre dos personas se mantendrá durante un año.
El primer ministro australiano, Scott Morrison,adelantó que la relajación de ciertas medidas implementadas por la pandemia afectarían a "actividades de bajo riesgo y gran valor económico".
"Mi prioridad es que los niños regresen a la escuela y que la gente retorne al trabajo", precisó Morrison en una rueda de prensa en Camberra.
Australia registra 6.649 casos, que incluyen a 74 fallecidos y 4.761 personas recuperadas, y desde hace más de una semana el incremento de nuevas infecciones es menos de 50 diarias.
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