A pesar de que tenemos nuestras librerías cerradas, hoy, para los que trabajamos en el mundo de la lectura es nuestro día grande, el Día del libro. El libro… ese objeto que se ha convertido durante este confinamiento en un gran amigo.
Este año será diferente porque no podremos festejarlo con nuestros autores firmando ejemplares y estrechando las manos que más tarde acariciaran las páginas de sus obras. Pero sí podemos celebrarlo leyendo. Día del libro con libros. Y además, si hay niños en casa, hagámosles partícipes de esta fiesta contándole las curiosidades que la rodean.
El Día Internacional del Libro se celebra el 23 de abril de cada año y es impulsado por la Uesco para promover la lectura y proteger los derechos de autor. Cada año se elige a una ciudad como la Capital mundial del libro. Este reconocimiento fue creado en 1996 y se comenzó a otorgar desde el 2001. La Directora General de la Unesco, Audrey Azoulay, nombró a Kuala Lumpur (Malasia) como Capital Mundial del Libro para el año 2020. Lástima que no puedan celebrarlo como ellos quisieran.
La mayoría de la gente sabe que el Día del Libro se festeja en conmemoración a la fecha de fallecimiento de dos de los más ilustres escritores de todos los tiempos: Miguel de Cervantes y William Shakespeare. No obstante, lo cierto es que Cervantes murió el 22 de abril y Shakespeare el 23 de abril, pero del calendario juliano. Por lo que realmente sería el 3 de mayo, pero bueno vamos a dejarlo así… de todos modos la fecha tiene algo mágico porque también fue un 23 de abril cuando nació Vladimir Nabokov, autor de la imprescindible novela Lolita. En España no se comenzó a celebrar el Día del libro hasta 1926. Pero entonces se hacía el 4 de octubre y no fue hasta cuatro años después cuando se tomó el actual, el 23 de abril.
De todos los actos que se realizan habitualmente, quizás sea uno de mis favoritos el de la lectura ininterrumpida de El Quijote donde figuras del mundo de la cultura y ciudadanos anónimos se unen para rendirle este homenaje. Algo que este año, a pesar de que estemos confinados, podría ser una buena forma de rendirle homenaje en familia. Y si El Quijote es muy largo, pruebe con cualquiera de sus Novelas Ejemplares, seguro que Don Miguel, y su intelecto, se lo agradecerán. Cuídense, ya nos queda menos.
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