El objetivo de contar con un nuevo edificio de la Hora era precisamente estar en condiciones de contar con otros tipos de relojes más precisos que los actuales. “Los relojes ópticos, a diferencia de los anteriores, utilizan la luz en lugar de las microondas. Siendo todo lo demás conceptualmente igual, la estabilidad de ambos tipos de relojes atómicos es proporcional a la frecuencia de funcionamiento e inversamente proporcional a la anchura de la transición electrónica. Dado que la luz tiene una frecuencia de aproximadamente 1015 Hz – aproximadamente 100.000 veces mayor que la de las microondas – los relojes basados en transiciones estrechas en frecuencias ópticas, en lugar de microondas, deberían ser mucho más estables. Los relojes deben ser, a la vez, estables y exactos, con una mayor estabilidad resulta mucho más fácil y rápido determinar cómo de exactos son realmente”, explica el director del Real Observatorio de la Armada, Francisco Javier Galindo, en un artículo publicado en e-medida, al Revista Española de Metrología.
A primeros de marzo se formalizaba el contrato para su desarrollo. Este nuevo sistema de medición del tiempo para el ROA es un proyecto de 1.447.399,65 euros.
Según explica el ROA en el Pliego de Prescripciones Técnicas del programa, "los avances en los últimos años" han permitido la realización de "una nueva generación de relojes de red óptica con unas exactitudes y estabilidades sin precedentes".
Tanto, que el Comité Internacional de Pesas y Medidas redefinirá el segundo en base a los patrones de esta tecnología. Algo que confirma tajante el capitán de fragata Héctor Esteban Pinillos, jefe de la Sección de la Hora del Observatorio, al periódico La Razón. "Esta tecnología es la más exacta del mundo".
Entre las ventajas tecnológicas está la mayor precisión y sincronismos, sin olvidar todo lo que supone para un centro que participa también en el sistema de posicionamiento satelital Galileo.
El Real Observatorio de la Armada de San Fernando sigue trabajando en la incorporación de los nuevos sistemas de precisión óptica que lo pondrán aún más en la vanguardia como garante no sólo de la hora oficial de España, sino como uno de los principales centros de referencia en el mundo en este sentido.
El ROA, por Ley, es el responsable, en nombre del Estado, de la custodia, conservación, mantenimiento y difusión del patrón nacional de la unidad básica de tiempo (el segundo) y de la escala de Tiempo Universal Coordinado (UTC-ROA), considerada como base de la hora oficial española.
En definitiva, el centro científico isleño responsable de la hora, le supone ser los encargados de sincronizar la hora para todo el territorio nacional, partiendo de una definición del segundo que ha de ser lo más exacta y con la construcción del nuevo reloj será de los más preciso del mundo.
El ROA cuenta para esta tarea con cinco relojes atómicos de haz de cesio y dos máseres de hidrógeno activo. La evolución de la tecnología ha permitido desarrollar relojes aún más preciso y estables, como son los de red óptica de estroncio. Su precisión es tan precisa que en unos cinco millones de años no se adelantarán ni atrasarán un segundo, mientras que los actuales “apenas” llegarían 30.000 años.
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