Es una crisis que ha cogido a todo el mundo “con el pie cambiado” pero en el caso de la Policía Local de San Fernando, el intendente, José Cano, es tajante al afirmar que “está fuerte”. Y no sólo en su servicio ordinario sino que no faltan los voluntarios para cubrir el servicio extraordinario que se está prestando en una situación extraordinaria.
Eso trae como consecuencia que en profesiones como la de policía, que son vocacionales, los propios agentes se den cuenta de lo policías que son, de ahí esa predisposición a seguir trabajando a pesar de tantos días de tensión. Porque ellos también tienen familias con un plus de preocupación al ser trabajadores que están en la calle, con más riesgo que los demás.
También influye, como a tantos otros trabajadores que están de cara al público y ni que decir de los sanitarios que están en primera línea, estar todo el día en tensión y luego no poder desahogarse con un paseo, un esfuerzo psicológico más que se va acumulando.
Bien es cierto -o decía José Cano- que en San Fernando la actitud de la gente está siendo “modélica” y no se han dado casos de dinosaurios ni ovejas por las calles. Salvo esa tensión diaria y acumulada no ha habido problemas reseñables más allá que llamar la atención a personas que incumplen las normas por desconocimiento o simplemente las incumplen. Amén de que haya que perseguir a alguien que está reclamado por la Justicia.
Los primeros días de falta de medios, una situación que se ha dado en toda Europa y Estados Unidos y que deberá hacer pensar a los poderes públicos que las deslocalizaciones de industrias sólo producen dependencia, han pasado y el material de protección ha ido llegando.
No es que desde las Administraciones no se haya querido comprar, sino “que no se podía”. Pero desde el Ayuntamiento se ha dotado de medios conforme se ha podido.
Cano hace llegar un reconocimiento muy especial a todas aquellas personas que se han organizado para confeccionar mascarillas, pantallas faciales… para donarlas a los colectivos más expuestos y también ha agradecido su ayuda a la comunidad china de San Fernando que no ha dado todo.
“Creo en la humanidad que tienen las personas”, dice José Cano, presagiando que de todo lo malo va a salir algo bueno. No sólo por esa solidaridad a nivel de grupo o individual, las que hacen mascarillas, los que hacen pantallas faciales, los que se prestan a hacer la compra a personas mayores que están confinadas en sus casas y que también asumen un riesgo saliendo a la calle…
A la gente saliendo a los balcones a aplaudir a la Policía, Bomberos y sanitarios que dan más ánimo del que pueden imaginarse o a la propia Policía Local que tiene un listado de cumpleaños cada vez más grande y con el que trata de cumplir, aunque -esto no lo dice Cano- casi bloquean la centralita de la Jefatura ahora que las comunicaciones deben ser prioritarias para los que luchan contra la pandemia.
“El ser humano es grandioso”, dice Pepe Cano, con sus luces y sus sombras, antes de dar las gracias a toda la ciudad y pedir que mantengan el confinamiento. “Vamos a salir de aquí y no vayan mucho a la calle, sólo lo imprescindible. Os necesitamos”.
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