Atando Cabos

Llueve sobre el covid-19

Aquí los sanitarios han de proveerse de su propia mascarilla, nosotros y nosotras, también lo haremos. Las necesitamos para largo

Publicado: 25/03/2020 ·
10:14
· Actualizado: 25/03/2020 · 10:14
Autor

Remedios Jiménez

Licenciada en Historia, docente jubilada, integrante del Aula Atenea del Ateneo de Jerez y de varios clubes de lectura

Atando Cabos

Una mirada sobre lo que nos pasa día a día, bajo los titulares de la incesante actualidad

VISITAR BLOG

Nos preguntamos cómo le afecta la lluvia a este ser redondo y trompetero. Hay una lista de cuánto sobrevive en cada sitio y es ideal para comprobar, que sí es así, se va quedando más de lo que nos gustaría, en todas partes. Lo curioso de esto es que ya nos lo contó Bill Gates en una conferencia en 2016. Pueden acceder a ella por YouTube. Él, que tiene una fundación desde hace veinticinco años, dedicada, entre otras cosas, a investigar y combatir las epidemias, con los datos que tenía entonces, sabía que los distintos gobiernos que se coordinan para funcionar juntos en tantas cosas no estaban haciéndolo en esto. Para resumir, no estamos en absoluto preparados para combatir una pandemia, pero vamos aprendiendo, no hay otra.

Y eso que las pandemias se las traen, a principios de siglo, la gripe española acabó con treinta y dos millones de personas en todo el mundo. Lo digo por los que piensan que nunca ha ocurrido algo así. No es que ahora estemos en una situación semejante. No pretendo asustar, para eso ya están los informativos.

Aquí los sanitarios han de proveerse de su propia mascarilla, nosotros y nosotras, también lo haremos. Las necesitamos para largo, porque después de que se pueda salir a la calle, habrá que seguir con las normas de higiene para prevenir. Eso nos hermanará con los países asiáticos que van con ellas a todas partes, aunque sea para librarse de un poco de contaminación. A lo mejor hasta nos acostumbramos para mantener los pulmones más sanos.

En estas circunstancias hacen una labor loable los sanitarios que, con medios o sin ellos, siguen al pie del cañón. Pero también todos los que se quedan en casa sin salir, atendiendo a los niños que se suben por las paredes y a los que además les mandan tarea. El próximo abrazo seguro va a ser para los profesores.

Espero que se esté apagando el fuego consumidor de los supermercados ¿A qué tarjetas están cargando semejantes compras? ¿Dónde guardan los productos? Ni los más reputados sabios tienen idea de para qué puñetas hacen eso. ¿Será influencia de las películas americanas del fin del mundo o sobrevive aun más gente de la guerra civil de la que pensamos?

Todo esto también pasará, no hay como agarrarse a la sentencia de este cuento para ver como se desvanecen las dos próximas semanas.

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN