El coronavirus ha cambiado la vida de muchos deportistas en Arcos y también ha paralizado las competiciones en todas sus categorías y divisiones. En el fútbol, ha cortado de cuajo el desarrollo de la liga en Tercera División cuando faltaban nueve jornadas para concluir el campeonato. Cuando el calendario se detuvo, el Arcos C.F. acababa de estrellarse en casa ante el C.D. Gerena, lo que precipitó el cese de su entrenador Alberto Vázquez para dar paso en el banquillo a su segundo, Fran Garrido, un incipiente técnico espereño que ha encontrado una gran oportunidad para demostrar su valía. El problema es que no sabemos cuándo podrá empezar a trabajar por culpa de la fatídica pandemia que sufrimos.
El último entrenamiento conjunto de la plantilla arcense tuvo efecto el pasado jueves día 19 y, hasta el momento, los jugadores solo se han podido entrenar cada uno en su domicilio debido al cierre de las instalaciones municipales. Los futbolistas solo están haciendo la mitad del trabajo encomendado, al no poder salir tampoco al exterior de sus casas. Además, la Federación Española de Fútbol ha dictaminado la suspensión temporal de las competiciones, con la duda de si se podrá reanudar la liga el 17 de mayo o si se acabará la temporada definitivamente. “Ahora tendré que ver cómo llega cada jugador tras el periodo de ausencia de los terrenos de juego. Tengo las ideas claras de cómo quiero que juegue el equipo, pero si no sé cómo están los futbolistas tampoco puedo decidirme de antemano por una u otra forma de jugar”, advierte el nuevo inquilino del banquillo arcense, que tiene previsto pasar del 1-4-1-4-1 con el que lleva jugando el Arcos desde la llegada de Pepe Bermúdez, a un 1-4-2-3-1, el sistema más empleado en estos momentos y que Garrido considera más adecuado a las características de sus jugadores. “No soy un entrenador de un plan único, si tengo que cambiar a un plan B, C o D, no tengo reparos en hacerlo, según sea el rival, el campo, el tiempo o cualquier factor que influya en el desarrollo del partido. Dependiendo de cómo transcurra el encuentro así jugaremos. No estoy de acuerdo con esos entrenadores que mueren con sus ideas y creo que hay que tener más recursos para afrontar cada partido de una forma diferente”, expone el nuevo entrenador del Arcos.
Nada más coger las riendas de la plantilla, Fran Garrido anunció a sus jugadores el cambio de sistema de juego, con dos medios centros defensivos y el resto de un perfil más ofensivo. “Para mí es el sistema más completo porque te da más opciones para cambiar y hacer variantes: por ejemplo, si quieres jugar por fuera o por dentro, etc., pero para nosotros son fundamentales los dos pivotes defensivos para no recibir tantos goles”, explica el técnico espereño, que sigue manteniendo contacto con todos sus jugadores a través de WhatsApp. “Este fin de semana les dimos descanso, aunque algunos hicieron cosas, pero seguimos hablando vía WhatsApp diariamente. Ellos me mandan el trabajo y vamos viendo cómo está cada uno”.
La figura de Miguel Ángel Rondán, el mítico entrenador del Arcos que lo ascendió tres temporadas seguidas, planea sobre el presente y el futuro de Garrido, pero esto no es problema alguno para Garrido. “Si el club necesita de mi ayuda yo se la voy a prestar en un sentido u otro, es decir, si quiere que Miguel Ángel coja el equipo yo estaré dispuesto a ello y seguiré a su lado si él lo cree conveniente, y si tengo que ser yo el míster, pues igual, pero a día de hoy, yo soy el responsable del equipo”.
LÍNEA DIRECTA
Fran Garrido, nuevo entrenador del Arcos C.F.: "Prefiero un fútbol más vertical y rápido"
“Con quien más hablo del club de asuntos estrictamente técnicos es con Isaac Silva y Javi Guerrero, los dos directores deportivos. A mí me gustaría jugar un fútbol más vertical, más rápido, no tener tanto la pelota, menos tiempo de posesión y llegar con más celeridad a la portería contraria. También me gusta bastante el contraataque y espero hacer muchos, además de intentar que nos hagan los menos goles posibles porque si nos cuesta mucho meter un gol, imagínate si nos hacen dos o tres. La idea es la de encajar poco y marcar más”.
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