Las cuatro muertes en una residencia de mayores de Granada por el brote de coronavirus obliga a que la Junta de Andalucía lleve a cabo en las próximas horas un plan de contingencia. Los ancianos son “población diana”, como dijeran los expertos, y día tras día se acumulan sus pérdidas. Encima, los trabajadores empiezan a abandonar sus puestos por miedo a contagiarse o contagiar y existe una importante falta de medios de protección, tal y como ha denunciado, por ejemplo, la Fundación Lares, que en Andalucía atiende a 7.000 ancianos repartidos en 130 residencias.
Por desgracia, estos centros son focos de infección del covid-19, que tiene en jaque a todo el mundo. Los familiares no pueden entrar a visitar a sus mayores debido a las cuarentenas y muchos tienen el temor de que la propagación del coronavirus vaya a más.
Eso sí, Andalucía, por ahora, no es una de las comunidades autónomas con más número de casos de contagio en las residencias de ancianos, como sí es la de Madrid, que suma ya 50 víctimas mortales, 20 de ellas en el centro de Monte Hermoso. El caso más llamativo de este tipo de centros se encuentra en El balcón de la Zubia, en Granada, con cuatro residentes fallecidos y 29 casos en aislamiento.
De hecho, efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) han tenido que volver este jueves a desinfectar el centro a consecuencia de la pandemia. Fernando Acosta, presidente en Andalucía de la citada Fundación Lares, a la que define como la patronal del sector “no lucrativo” de residencias de mayores, ha explicado que su principal reclamación a las autoridades es la necesidad de que les lleguen los denominados Equipos de Protección Individual (EPI). “El personal está dando la talla, doblando turnos incluso”, ha subrayado Acosta, quien ha asegurado que desde la Administración les responden con “buenas palabras”, lo que agradece, pero no les acaban de llegar los equipos de protección.
Por ello, la Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, se ha visto obligada a desarrollar un plan de contingencia para el aislamiento de casos positivos con plazas vacías en residencias que tienen mucho más espacio”. La consejera del ramo, la onubense Rocío Ruiz, ha indicado este jueves que sólo los casos muy graves son ingresados en hospitales andaluces. En caso de no disponer de suficiente espacio en los propios centros, “tenemos un plan de contingencia con plazas vacías en residencias que tienen mucho más espacio para aislarlos perfectamente”, ha manifestado la consejera de Políticas Sociales, quien ha querido lanzar un mensaje de tranquilidad y asegurar que “la incidencia es baja”.
Con carácter general, Ruiz ha defendido la “magnífica labor” que desarrollan las empresas y asociaciones encargadas de las residencias de mayores y ha pedido confiar en todo su personal, “que son auténticos profesionales que ahora se está viendo cómo dan la talla, trabajando muchísimo, a destajo, sin festivos”. Tras subrayar que desde las consejerías de Igualdad y Salud se está “haciendo todo lo humanamente posible”, Ruiz ha indicado que entiende la “preocupación” de las familias con mayores en residencias, especialmente tras la “dura decisión de prohibir las visitas”, y las ha animado a estar en permanente contacto con ellos con llamadas o videollamadas.
El margen de actuación de la Junta de cara a combatir la lucha contra el coronavirus es aún mayor desde que el Gobierno de España haya anunciado la transferencia a las autonomías de 2.867 millones de euros, de lo cuales 604,50 millones se destinarán a Andalucía, “por la actualización de las entregas a cuenta”.
Un dinero que ayudará al Gobierno andaluz en su intento por reforzar al sistema sanitario. La Junta ha abierto una bolsa de voluntariado de profesionales sanitarios retirados (tanto profesionales jubilados como profesionales que actualmente no trabajan en el sistema sanitario público andaluz) para “futuras necesidades asistenciales”.
La Consejería de Salud y Familias ha animado así a profesionales sanitarios que actualmente no estén ejerciendo en la sanidad pública y a profesionales de otras categorías no sanitarias a “contribuir para dar respuesta a las necesidades de la población andaluza en estos momentos excepcionales”. La mejora de la situación sanitaria y de darle respuesta a lo que están atravesando las residencias de mayores también es responsabilidad del Gobierno de España.
El vicepresidente segundo del Ejecutivo, Pablo Iglesias, ha informado de la creación de un fondo social extraordinario dotado con 300 millones de euros para reforzar la asistencia a domicilio de personas mayores, dependientes o con discapacidad afectadas por el cierre de centros de día o centros sociales, y que “en muchos casos están solos y solas en sus casas”. “Estamos reforzando así la asistencia a domicilio para garantizar la salud, el apoyo, la vinculación al entorno, la seguridad y la alimentación de todas estas personas”, ha destacado.
El vicepresidente ha apuntado asimismo que este fondo de 300 millones servirá también para reforzar y ampliar los dispositivos de teleasistencia domiciliaria; para reforzar las plantillas de los centros de los servicios sociales y las residencias de mayores, “uno de los lugares más vulnerables en esta emergencia sanitaria”.
En este sentido, ha reconocido que las “plantillas” de las residencias de ancianos “están desbordadas” y ha agregado que “en muchos casos no han dispuesto de los equipos de protección individual necesarios” para atender a personas afectadas por el coronavirus. Así, ha señalado que los protocolos previos para episodios de gripes epidémicas “están desfasados y no sirven en la actual situación”.
Según Iglesias, para el Gobierno “es una prioridad absoluta responder a la situación que se está originando en los centros de mayores y este fondo de 300 millones de euros va a emplearse para este fin”. “Ya estamos trabajando con el Ministerio de Sanidad para que los equipos lleguen cuanto antes”, ha asegurado.
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