El Ayuntamiento de Estepona ha finalizado las obras de construcción del primer huerto urbano escolar de la ciudad. Se trata de un proyecto pionero en el municipio porque permitirá a los escolares adquirir conocimientos sobre medio ambiente, alimentación y ciencias naturales.
El huerto urbano, que se ubica en una parcela municipal de 1.000 metros cuadrados junto al colegio público El Carmen, podrá ser utilizado por los alumnos de todos los centros educativos de la ciudad para que, entre otras cuestiones, puedan diferenciar los distintos árboles frutales y de plantas que se vayan plantando.
El huerto, que empezará a utilizarse en los próximos días por los alumnos, tendrá distintas zonas delimitadas: tres bancales, una zona de jardineras de madera y un espacio reservado al almacén y aseos adaptados. Además, hay una zona techada que funcionará como aula abierta para que los estudiantes reciban todas las explicaciones correspondientes.
El proyecto ejecutado por el Consistorio también ha incluido la instalación de los sistemas de saneamiento, electricidad y riego. Por otra parte, el Consistorio suministrará las herramientas básicas para el mantenimiento de los jardines como rastrillos, carretillas, azadones, regaderas, mangueras para riego o espuertas, entre otros.
En un primer momento se plantarán árboles frutales variados a fin de que los escolares conozcan los diversos tipos de árboles, entre los que estarán aguacates, chirimoyos, mangos, nísperos, albaricoqueros, limoneros, naranjos, mandarinos y manzanos. En los bancales también se realizará una plantación previa de plantas de temporada como patatas, pimientos, sandías, cebollas, calabacines o berenjenas, entre otras. Todo el recinto ha quedado perfectamente delimitado por una valla perimetral.
El Ayuntamiento de Estepona ha apostado por crear este huerto escolar porque considera “fundamental” que los más pequeños estén en contacto con la tierra y la naturaleza. De esta manera, los escolares se concienciarán sobre la importancia que tiene el respeto al medio ambiente y la necesidad de que el entorno natural esté presente en la vida humana.
Además, desde el punto de vista científico aprenderán el proceso de desarrollo de las especies vegetales. Al mismo tiempo, los niños aprenden a consumir agua con responsabilidad y a valorar la importancia de consumir verduras y productos frescos cultivados por ellos mismos. A todo esto hay que añadir el fomento del trabajo en equipo, que será esencial para el buen funcionamiento del huerto escolar.
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