Ni Rafael Escuredo, ni Rodríguez de la Borbolla, ni Manuel Chaves, ni José Antonio Griñán, ni Susana Díaz. En 40 años de autonomía, ninguno de los presidentes socialistas de la Junta de Andalucía había visitado de forma institucional la ciudad de El Puerto de Santa María.
Se podría pensar en su momento que este no gesto a una de las principales ciudades de la provincia de Cádiz obedecía a la no coincidencia de color en el despacho de Peral/Polvorista y en el de San Telmo. Pero ni siquiera durante el Gobierno de David de la Encina ocurrió tal presencia institucional.
Una ciudad no se arregla porque un presidente autonómico visite el Ayuntamiento, pero qué duda cabe que una visita institucional de estas características supone, de inicio, tener que comprometerte al menos a algo, tomar conciencia de determinadas realidades y, sobre todo, tener que dar la cara ante los ciudadanos. Ha sido Juanma Moreno Bonilla el primer presidente de la Junta en visitar de forma oficial e institucional al Ayuntamiento de El Puerto.
¿Otros presidentes no han venido a El Puerto? Sí, claro que han venido, especialmente para actos organizados por el PSOE, pero también algún otro más oficial como el famoso convenio de desarrollo de La Florida siendo presidente Chaves y alcalde Fernando Gago, pero ni ese día, la Presidencia de la Junta quiso pisar suelo municipal y se sacó a instalaciones privadas ese acto.
Es importante que un presidente de comunidad autónoma conozca un Ayuntamiento y tenga relación con su alcalde y ahora mismo se dan esas circunstancias, siendo la visita de Moreno al Ayuntamiento un respaldo a la figura de Germán Beardo como uno de los principales alcaldes del PP ya no solo en la provincia (donde el PP perdió gran parte de sus alcaldes en las pasadas elecciones), sino de toda Andalucía.
Además, un hito histórico de estas características persigue un objetivo que para una ciudad como El Puerto es básico: recuperar el orgullo y el optimismo en el futuro de El Puerto.
Igual que ya los portuenses muestran al mundo con orgullo sus fiestas tras los cambios introducidos, también deben ser optimistas hacia el futuro. Sin olvidar que esta visita institucional después debe materializarse en medidas concretas que ponga en marcha el Gobierno de la Junta de Andalucía, que muchas llevan años y años durmiendo el sueño de los justos.
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