Hola, soy Juan González Mesa. Me recordarán de otros documentales como Ponte calzado para ir al campo o No le quites la comida de la boca a un perro viejo. En esta nueva entrega de la serie de documentales para sobrevivir desde que naces hasta que al final te mueres, me gustaría prestar especial atención a un problema que nos preocupa desde que un señor con gafas inventó los microbios y a partir de ahí empezamos a tratarlos como si no fueran castigos divinos: prevenir pandemias. Parece un problema antiguo, pero tampoco os creáis que nos importa una higa si no sale directamente en el telediario. En cualquier caso, allá vamos.
Lo primero que hay que decir de las pandemias es que el ser humano como especie ha sobrevivido a todas y va a sobrevivir a todas.
Lo segundo, y quizá más importante, es que las únicas pandemias que importan al mundo occidental suelen coincidir con aquellas que no matan a todo el mundo, sino que se limitan a ser mortales para la población más vulnerable. Cuida a esa gente. Cuida las pensiones, que coman bien, que les quede dinero para medicinas, que no estén solos. Mira a quién votas.
Las personas que se dedican a estudiar, prevenir, sintetizar vacunas y sueros, y, en general, consagran su vida a que una de estas plagas no nos deje a niveles de población medievales, son gente que tiene la mala costumbre de comer unas tres veces al día, e intentan comer sano, precisamente porque saben de primera mano que estar sano viene bien cuando te ataca un bicho que se limita a matar a la gente que tiene problemas de salud. Necesitan financiación. Por tanto, una de las primeras medidas que debemos tomar para prevenir pandemias es invertir dinero en investigación; y como nosotros no solemos manejar directamente este dinero, lo haremos votando a quienes van a mantener unos presupuestos razonables en ello.
Pero una vez que te pones malo, para que te atiendan, intenten salvarte y pases la enfermedad del mejor modo posible, y no se la pegues a todo Cristo, debes procurar para tu sociedad un sistema público sanitario excelente. Ya sabes: la sanidad privada no cubre las pandemias. De nuevo, como tú no manejas esos presupuestos, se recomienda encarecidamente votar, por lo menos, a quienes no están intentando desmantelar el sistema.
La desinformación es un arma en manos de la muerte, como se suele decir, porque a través de la desinformación llega el pánico, y con el pánico llega la gente que vacía las farmacias, supermercados y a veces los dispensarios hospitalarios de material preventivo. Es decir, si ves un canal con un especial 24 horas de la enfermedad en concreto, música apocalíptica y un montón de cuñados en la mesa de debate, cambia de canal, húndelos, que lo paguen caro.
Por último, fíjate que la bolsa en estos casos suele recibir un sacudida tremenda, se detiene la manufactura a nivel planetario, y si vas a la tienda a por tu móvil te dicen que no hay móvil porque algunas piececitas se fabricaban en un país que padece un brote de la enfermedad. ¿Y no tienen un móvil fabricado en España? Jajajajajaja.
Lo mismo puede pasar con la comida, la energía, el acero… Esclavitudes de una globalización que busca generar países con mano de obra esclava. Así que te recomendamos que, cuando votes, escuches a quien esté combatiendo la deslocalización de la industria, a quien defienda la soberanía alimentaria, energética, farmacéutica y política. En resumidas cuentas, como en muchas otras cuestiones, tu voto es fundamental para prevenir pandemias. Y se previenen antes de que aparezcan, igual que los incendios se previenen en invierno, no en verano.
Por favor hagan unos memes con este manual, que si no, no cala. Gracias.
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