El Colegio de Economistas de Málaga prevé un crecimiento del PIB de la provincia de Málaga en los primeros meses del 2020 de en torno al 2% en línea con el incremento en Andalucía que se espera que sea entre un 1,7 y 2,1% frente al 1,6 de España, en un contexto de desaceleración económica mundial. Así indicaron que en un entorno en el que “toda España está desacelerando”, en Málaga todos los sectores productivos crecieron “a excepción del garbanzo negro que sería la construcción, que tiene mucho peso”, aseguró el decano del Colegio de Economistas, Juan Carlos Robles.
El decano precisó que en este sector, cuyo crecimiento “venía siendo positivo”, el paro pasó del 6% al 15%, según indicó en la presentación del Barómetro Económico de Málaga del cuarto trimestre de 2019, en la que intervino el director de servicios de estudios, Fernando del Alcázar, y el presidente de la Comisión Financiera del Consejo General de Economistas y vicedecano de la institución, Antonio Pedraza.
Robles resaltó que en Málaga, a pesar de la dependencia de turismo y construcción, se mejoró industria y agricultura, lo que fortalece a la provincia para la siguiente desaceleración, indicó. "El turismo nos ha salvado la cara, pero tenemos sectores como el agrícola, especialmente del aguacate, kiwi o mango, que está ayudando a aumentar las exportaciones”, señaló. Sin embargo, subrayó que la evaluación para el 2020 “es muy pronto para establecerla”, ya que hay factores de incertidumbre como el Brexit, que “está en standby” y “no sabemos qué va a pasar con el coronavirus”, ya que “parar la fábrica del mundo conlleva muchos efectos, no entran ni salen capitales ni personas”, apuntó sobre cómo afecta la enfermedad a China.
Desde el Colegio de Economistas detallaron que la inercia de Málaga para los primeros meses de 2020 se apoya en la demanda interna que bajó del 1,8 al 1,2%, al igual que pasó con el consumo privado, (del 1,4 al 1,2%), la inversión (un 0,3% menor) y la construcción (-3,5%), mientras que se mantiene el ritmo de crecimiento del consumo público en el 0,6%.
En el empleo “no ha sido un mal año a nivel nacional, ha habido un importante aumento de ocupados en términos EPA”, si bien en Málaga “se ha ralentizado muy notablemente”, ya que “se crea menos de la mitad del empleo que hace dos años” Málaga pasó de crear al día hasta 726 afiliados nuevos en 2018 a solo unos 300, menos de la mitad, principalmente debido a que los trabajadores no cualificados no pueden acceder al sector de la construcción y a la reducción del tiempo de los contratos en el sector servicios, por lo que “es el tipo de trabajo muy puntual el que se está resintiendo·, añadió por su parte, el vicedecano. Además, se redujo la inversión pública en la provincia, que ha bajado un 26,55% (-4,13% en la edificación y -38,52% en la obra civil), y disminyó por parte de todas las administraciones y en todas las construcciones.
En cuanto a la vivienda, se empezaron menos obras que antes y bajó el número de ventas, lo que “no ha producido una bajada del precio de la vivienda”, que está por encima de la media andaluza y “pone más complicado el acceso a la vivienda”.
En cuanto a la coyuntura empresarial, aumenta el número de empresas concursadas, se crean menos sociedades y las que hay aumentan en menor número el capital. Además, disminuye el crédito al sector privado y crece el endeudamiento público con el sector financiero.
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