Lo ha vuelto a hacer. El ultraman jerezano Humberto Otero completó ayer su último reto con una maratón muy especial que transcurrió a las puertas de su centro de trabajo en el que horas después tenía turno de noche -es auxiliar de enfermería- y donde reciben tratamiento los pequeños y adultos que luchan por ganarle la batalla al cáncer. Su marcha transcurrió en la pasarela azul que conecta a Las Torres con el Hospital de Jerez. Otero eligió el Día Internacional del Cáncer Infantil para visibilizar proyectos de investigación como ‘Recaída 0: matemáticas contra la leucemia infantil’, de la UCA y el Hospital de Jerez y el suyo personal: ‘Cambiar vidas haciendo deporte’, con el que ha protagonizado numerosas acciones solidarias para recoger juguetes para niños enfermos de cáncer, habilitar ludotecas en las plantas de pediatría de los hospitales, involucrando a colegios jerezanos y a distintas asociaciones.
Este sábado tocaba otra gesta muy singular y no por ello menos sudada. El reto consistía en completar 42.195 metros cruzando la pasarela, lo cual se traducía en 235 subidas a la plataforma metálica. No lo hizo solo. Siguiendo el lema de su iniciativa, “Ayúdame a cruzar”, desde primera hora estuvo acompañado en esta nueva aventura solidaria por voluntarios y amigos, como María Rosa Durán y Cristina Blázquez, la profesora de Matemáticas jerezana y responsable de Hematología Pediátrica del Hospital de Jerez, respectivamente, del proyecto ‘Recaída 0’ y de Apoleu (Asociación de Apoyo a Familiares y Enfermos de Leucemia).
Cuatro horas y diez minutos fue su marca de este nuevo reto, que dejó muchos momentos especiales, como cuando una de las pacientes de oncología ingresada en el Hospital de Jerez que estaba siguiendo su gesta por redes sociales bajó y le pidió que entrara en el hall para saludarlo personalmente.
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