En cuestión de poco más de una semana, Jerez ejercerá un año más y en este caso sin rivales como Capital Mundial del Flamenco de la mano del XXIV Festival de Jerez, que se celebra del 21 de febrero al 7 de marzo. La cita, que suele reunir a un millar de cursillistas cada año procedentes de todos los puntos del mundo y del país, supone todo un filón para las empresas y los propietarios de apartamentos turísticos en plena temporada baja y 2020 parece que va en la misma tónica que estos últimos años. Según los datos que baraja el clúster turístico Destino Jerez, las reservas en apartamentos turísticos para el primer fin de semana ya están rondando el 75 por ciento de ocupación, lo que supone más de un 40% más que un fin de semana normal.
No hay que perder de vista, tal y como destaca el presidente de esta asociación, Antonio Mariscal, que se trata de un evento para el que muchos asistentes viajan expresamente a Jerez para estancias largas de al menos una semana, en función de la duración del curso, o incluso los quince días, por lo que suelen decantarse por viviendas turísticas “no tanto por el precio sino por comodidad”, matiza, puesto que la incidencia es mucho menor en hoteles que en este tipo de alojamientos. Como consecuencia, si entre semana las cifras medidas de ocupación de estos apartamentos suelen ser de en torno al 16 por ciento, durante el festival llegan a alcanzar hasta el 50 por ciento de actividad. Unas cifras que volverán a subir de cara al fin de semana último.
Pese a que desde el propio Festival de Jerez llegaron a anunciar la cancelación de medio centenar de plazas procedentes de ciudadanos de China por la crisis del coronavirus, desde el clúster turístico no creen que finalmente la incidencia de la epidemia resienta demasiado el impacto de la economía estas dos semanas. “Algo afectará, pero tampoco son tantos en comparación a las cifras globales, el festival mueve a mucha gente; estamos hablando de un millar de cursillistas”, señala.
Otra cuestión bien distinta es medir la incidencia del Festival de Jerez a través del ambiente en las calles de la ciudad, donde desde el clúster entienden que hay trabajo por hacer y que a estas alturas, con 23 ediciones a sus espaldas de una cita en la que Jerez exhibe su potencial como escaparate mundial del flamenco, “no hay que conformarse con llenar el Teatro Villamarta y los cursos” sino dar un paso más para “dinamizar” la ciudad y que la repercusión de este evento se deje sentir aún más en bares y comercios de la ciudad. “Hay que trabajarlo más. Deberíamos conseguir atraer a más gente de fuera”. Mariscal pone un ejemplo independientemente de que ambas citas sean radicalmente opuestas y sin entrar en debate y es el Carnaval de Cádiz. “El carnaval está en el Grab Teatro Falla y también en la calle, aquí en Jerez el festival está en el Villamarta pero no en la calle, donde debería de vivirse más el ambiente”.
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