Los problemas en la sanidad pública malagueña no hacen más que acumularse. El personal de enfermería de salud mental ha alertado del “deterioro” de esta área asistencial en la provincia y en la comunidad andaluza.
La principal queja se debe a la “falta de especialistas” en puestos para los que han sido formados. En los hospitales malagueños “el 90 por ciento de los puestos están ocupados por enfermeras que no tienen el título en salud mental”, ha dicho Casta Quemada, representante de la Plataforma de Trabajadores de Enfermería de Salud Mental de Málaga.
En el Servicio Andaluz de Salud (SAS) no hay una categoría de ‘enfermera especialista en Salud Mental’, lo que provoca que, al contratar enfermeras para puestos de trabajo en este servicio, los gestores no exigen dicho título.
Respecto a ello, esta enfermera ha aclarado que “las categorías se circunscriben solo al ámbito comunitario, excluyendo el hospitalario; de esta manera los pacientes ingresados en las unidades hospitalarias, tanto adultos como infantojuveniles, no tiene una atención especializada”.
Así, Quemada ha puesto de ejemplo su caso: “Llevo 30 años trabajando y no me han ofrecido todavía la especialidad”. Del mismo modo, ha explicado que, a pesar de tener la formación, hay “muchos profesionales que llevan 20 y 30 años trabajando como especialistas, pero no les han ofrecido una plaza, porque trabajan en unidades de hospitalización”.
En relación, Vanessa García, parlamentaria de Adelante Andalucía, ha recordado que en enero de 2019 el SAS creó 198 puestos de enfermeras especialistas en salud mental para toda la Comunidad, “que se ha quedado en 109”, ha indicado. Unas plazas que han quedado sin cubrir porque son “para atención comunicatoria”, ha reivindicado la presentante de la plataforma.
Por otra parte, Quemada ha advertido que en periodos de cobertura de eventuales como es Navidad, Semana Santa o verano “todo el personal que se contrata en las unidades de hospitalización de salud mental es completamente nuevo, sin formación, sin haber estado nunca. La atención que se presta no es de calidad”.
Asimismo, Paco Durán, enfermero con la especialidad reconocida, ha señalado uno de los inconvenientes que se ha dado en planta al contratar personal eventual no especializado en las pasadas navidades en Málaga: “He visto a los enfermeros residentes educando a los enfermeros eventuales”. “Hay gente que viene nueva que tiene un susto, un estigma, y son los residentes los que forman a los que teóricamente tienen que formarlos a ellos”, ha criticado.
El estigma en la salud mental
Por su parte, Marta García, enfermera residente en el Hospital Regional Universitario de Málaga, ha subrayado que “la formación es importante para la calidad de los cuidados, pero también para disminuir el estigma” hacia las personas que sufren algún tipo de dolencia psíquica.
“Si los profesionales que vienen a cubrir estos contratos eventuales son personas que no han sido formadas en salud mental es muy probable que traigan los estereotipos y el estigma que tiene cualquier otra persona”, ha resaltado esta estudiante, explicando que la formación durante dos años en la especialidad les prepara para eliminar cualquier estigma hacia el paciente y las consecuencias de este. “Tener un estigma hacia ellos les crea un autoestigma”, ha alertado.
Asimismo, García ha manifestado la “desigualdad” que sufren los residentes en Málaga. “Nuestros tutores y colaboradores docentes han dimitido”, como protesta por las condiciones laborales, por lo que “los requisitos básicos que exige el Ministerio para que nos dé el título de especialista y para que se considere que hemos tenido una formación de calidad no se están cumpliendo. Tras la dimisión nadie nos evalúa ni nos forma”, ha lamentando, dejando claro que gran parte de los residentes apoya dicha reivindicación.
Además, ha agregado que tras la finalización del EIR (Enfermero Interno Residente) “no podemos optar a un empleo como especialistas en salud mental”, ha denunciado, asegurando que “si queremos trabajar en nuestra especialidad tenemos que irnos a otras comunidades, por lo que el dinero que están usando en Andalucía para formarnos se desperdicia”, ha sentenciado.
Ante ello, desde la Confederación General del Trabajo han afirmado que “solo el 25 por ciento de los puestos de salud mental van a estar atendidos por especialistas, mientras el resto por personal general”, ha dicho Juan Carrillo, delegado del sindicato en Málaga, haciendo muestra de un área “infradotada de recursos y personal”.
Por último, la parlamentaria ha informado que Adelante Andalucía exigirá al consejero de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, Jesús Aguirre Muñoz, que “explique si se van a cubrir todos esos puestos que se necesitan con enfermería específica en salud mental o si, por el contrario, va a seguir tratando a la salud mental como la hermana pobre de la sanidad pública andaluza”.
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