Arde Troya

Arde Troya. Susana Sánchez

En el PSOE andaluz han empezado a sonar los tambores de guerra de cara a los congresos provinciales y regional

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En el PSOE andaluz han empezado a sonar los tambores de guerra de cara a los congresos provinciales y regional. Van a ser muchas las batallas después de saberse que estos hayan sido pospuestos por Pedro Sánchez hasta el próximo año. En la cita nacional seguramente nadie presentará alternativa al actual inquilino de Moncloa; pero en Andalucía y muchas de sus provincias, la cosa va a ser bien diferente.

En Málaga, por ejemplo, el alcalde de Torremolinos, Pepe Ortiz, ya ha sido el primero en cuestionar públicamente la gestión de la dirección provincial. Y en Sevilla, Juan Espadas, que ostenta la principal administración pública en manos de los socialistas andaluces, no descarta postularse a las primarias para la Secretaría General regional.

¿Qué ha pasado? Pues ha pasado que el 'susanismo' está a la baja: ha desaparecido como reserva espiritual del socialismo auténtico frente al 'outsider' Sánchez y su socialismo bipolar —el de hoy vale o digo una cosa y mañana la diametralmente contraria—.

La actual lideresa del PSOE andaluz ya lleva un tiempo declarándose fiel escudera de su líder nacional y esta semana ha llegado a renegar de la decisión que impulsó en su partido para propiciar la abstención socialista en la investidura de Rajoy de 2016.

La ‘nueva’ Susana Sánchez ha mandado días atrás una carta pidiendo unidad a la militancia, que no es en realidad otra forma de avisarles de la propia debilidad de tu liderazgo. Quien gane el próximo Congreso regional no va a tener esa varita mágica que te permite colocar en la Junta discrecionalmente a los damnificados de tu victoria, como antes podíamos leer en el BOJA. Los acróbatas y saltimbanquis que caigan ahora del trapecio del partido, lo harán sin red. Así que los próximos congresos del PSOE no van a ser simples conciliábulos, sino más bien una guerra de supervivencias personales.

En cualquier caso, no olviden una cosa muy importante: en política, tus compañeros te apoyan si ganas elecciones, y no al revés. Y Susana no está claro que pueda recuperar la Junta. Es decir, no está claro que sea la candidata que conviene a sus compañeros. Porque los apoyos en el próximo congreso se van a basar en eso: en recuperar los cargos públicos y sueldos. Y si piensan que Susana no es el camino, elegirán a 'otra Sánchez'.

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