La Guardia Civil ha procedido a la investigación de 114 personas por su presunta implicación en alguno de los 617 incendios forestales y conatos declarados en Andalucía en 2019, tras esclarecer el origen de 210, el 88,1% causados por la acción del hombre.
En concreto, un total de 109 han sido provocados por negligencias, lo que supone un 51,9%, mientras que 52 fueron causados de forma accidental o fortuita (24,8%), 25 por causas naturales (11,9%) y 24 de forma intencionada (11,4%), según los datos aportados a Europa Press por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Benemérita.
Estas cifras también reflejan que el 33,3% de los incendios se producen por la quema agrícola de restos vegetales después de una faena o por regeneración de pastos y que de estos, 57 se deben a negligencias y 13 a accidentes.
La diferencia radica en la quema de pastos, por ejemplo, en que la causa accidental se da cuando se tiene el permiso de las autoridades para hacer incinerar rastrojo y se toman las medidas de seguridad necesarias, pero, por circunstancias externas, como un golpe de viento que no se logra controlar o el salto de una chispa, se genera un incendio, mientras que en una negligencia no se siguen las condiciones con las que se concedió la autorización o simplemente nunca la hubo.
Respecto a los fuegos accidentales, el resto se producen principalmente por chispazos en tendidos eléctricos (12) o el uso de automóviles (cinco), además de sierras eléctricas, trabajos forestales, desbrozadoras, artefactos pirotécnicos, quema de basuras y fumadores. En las negligencias se sitúan el uso cigarros (seis), barbacoas, hogueras (cinco), así como también trabajos forestales, quema de basuras, artefactos pirotécnicos, soldaduras, desbrozadoras, sierras eléctricas, acciones de menores o incluso trabajos de ahumadores de colmenas.
En relación a los incendios generados de forma intencionada, la Guardia Civil no especifica el origen de 13 de los 24 esclarecidos. El resto se deben principalmente a actos de vandalismo (cuatro), conflictos entre ganaderos (tres), pirómanos (dos), incendiarios y acciones de venganza con uno cada uno.
También se sitúan en esta categoría la distracción a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, obtención de madera, ahuyentar animales, especulación inmoviliaria, descontento con la repoblación o ritos religiosos, motivos que en 2019 no han causado ninguno de los incendios esclarecidos hasta ahora.
De los seis incendios esclarecidos provocados por causas naturales, 20 se deben a rayos de una tormenta y dos por combustión espontánea, mientras que no ha sido posible especificar el origen de los tres restantes.
La Benemérita precisa que, además de los 114 personas investigadas por su implicación en los incendios, ha interpuesto 15 infracciones administrativas y detenido a una persona, la que supuestamente protagonizó un fuego que inició como acción de venganza. Los incendios ocurridos se han saldado con un herido leve y 67 desalojados.
LAS NEGLICENCIAS, CASTIGADAS CON HASTA SEIS AÑOS DE CÁRCEL
Cabe recordar que las investigaciones de los incendios forestales se realizan mediante una inspección ocular del lugar en el que se originan los incendios, mediante la cual se trata de esclarecer las causas y, en el caso de hallar indicios de delito, identificar a sus responsables.
En el caso de Andalucía, estas se realizan por agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y por los agentes de medio ambiente de la Brigada de Investigación de Incendios Forestales (BIIF) de la Junta.
Así pues, las negligencias pueden acarrear multas de 18 a 24 meses y penas de tres a seis años de prisión, pudiendo incrementarse hasta 20 años si hubiera riesgo para la vida o integridad física de la población. En este sentido, la Administración ha incidido en reiteradas ocasiones en que los incendios no representan sólo estadísticas, hectáreas quemadas o superficie medioambiental arrasada, sino que hay otro factor que es la cara humana de los incendios, los profesionales que intentan controlarlos y los ciudadanos que tienen que salir de sus casas amenazados por las llamas, abandonando sus enseres con la incertidumbre de no saber si los encontrarán a su regreso.
MEDIDAS DE PREVENCIÓN Y AUTOPROTECCIÓN
Para evitar incendios forestales, la Dirección General de Protección Civil y Emergencias recomienda prestar especial atención a las normas de la región en que se vive sobre prevención de incendios y periodos autorizados para realizar quemas de rastrojos, evitar arrojar cigarrillos, basuras y, especialmente, botellas de vidrio, que hacen efecto lupa con el sol, así como no encender fuegos u hogueras en el monte y terrenos próximos.
Respecto a las medidas de reacción, recomienda avisar al servicio de Emergencias 112 inmediatamente si descubre el fuego en su inicio y en caso de verse sorprendido por un incendio, evitar adentrarse en el monte o bosque e ir siempre por zonas de gran visibilidad y libres de combustible.
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