La comparsa de los hermanos Cobos cerró la noche de coplas en el Gran Teatro Falla con un tipo de comparsa estándar que trataba de representar, con mayor o menor éxito, a un “traicionero de coplas”.
En la primera tanda de pasodobles se centraron en el propio tipo, al tiempo que hacieron un recorrido por la ciudad de Cádiz. En el segundo, sin embargo, se acordaron de la eutanasia para tratar de defenderla.
Los cuplés tampoco fueron demasiado acertados: al público, que cuando acabaran se pondría en pie; y satirón el segundo. Al menos los salvaba que no eran una chirigota. Tendrán que pelearlo...
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