Acento andaluz en el Gobierno central pese a que Andalucía apenas aparezca en la agenda política nacional, o al menos así se comprobó en el acalorado debate de investidura de pasadas fechas. Ahora, el ya presidente del Ejecutivo de la Nación, Pedro Sánchez, ha elegido a la sevillana María Jesús Montero como portavoz, además de seguir ostentando el Ministerio de Hacienda. También, la cordobesa Carmen Calvo seguirá como vicepresidenta de Presidencia y Relaciones con las Cortes. El valenciano Luis Planas, pero afincado durante muchos años en Córdoba y cordobés “sentío” como dice él, volverá a a ser el ministro de Agricultura. Una de las mayores sorpresas es la entrada de Alberto Garzón, malagueño y líder de Izquierda Unida, que llevará Consumo. A última hora, el magistrado de Osuna (Sevilla) Juan Carlos Campo llevará la cartera de Justicia.
María Jesús Montero, junto a la socialista Adriana Lastra, ha sido una de las piezas fundamentales para que PSOE y Unidas Podemos formara este gobierno de coalición. Es una mujer querida por sus compañeros de partido y respetada por sus adversarios. Le pondrá voz a lo que pase cada viernes en el Consejo de Ministros, además de ser la encargada de efectuar un cambio en el modelo de financiación autonómica, tan demandado desde la Junta de Andalucía.
Ella es médica de profesión pero quiso cambiar la política desde dentro. Fue consejera de Salud y, posteriormente, de Hacienda. En poco tiempo pasó de pasar cita en los hospitales sevillanos Virgen de Valme y Virgen del Rocío a hacer los presupuestos de Andalucía. Su incansable trabajo minucioso le llevó a dar su salto a Madrid y a hacer los primeros presupuestos socialistas desde hacía años.
Carmen Calvo nació en la localidad cordobesa de Cabra y es la mano derecha de Pedro Sánchez desde que éste triunfara en la moción de censura contra Mariano Rajoy. Fue ministra de Cultura con José Luis Rodríguez Zapatero. En Andalucía es de sobra conocida su mala relación con la exconsejera Rosa Aguilar, por una lista al Congreso hace años, o su distanciamiento visible con la expresidenta de la Junta Susana Díaz y la exministra andaluza Magdalena Álvarez.
Por su parte, Luis Planas repetirá como ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación. Por delante tiene varios retos como darle soluciones al impacto del Brexit, sobre todo en la zona del Campo de Gibraltar, y hacer frente a los aranceles que adoptó el gobierno del estadounidense Donald Trump, y que tanto afectan a las exportaciones andaluzas.
Planas le echó un pulso en su día a Susana Díaz para ocupar la secretaría general del PSOE andaluz, pero pinchó. Fue consejero con Manuel Chaves en 1993, pasó por la Comisión Europea, fue embajador de España en Marruecos y volvió como consejero de la Junta en 2012.
Pero si hay una sorpresa es la de Alberto Garzón. Se trata del primer ministro reconocido comunista que hay en España en el siglo XXI. Desde 1943 no hay un integrante del Partido Comunista en el Gobierno de la Nación, y llevará el Ministerio de Consumo. Mientras tanto, han pasado cuatro décadas de dictadura franquista y otras cuatro de reinstauración democrática para que España se reconcilie con su pasado. Entre sus honores está el de haber encabezado las negociaciones para la unión de Izquierda Unida y Podemos. Nunca negó su admiración al Ché Guevara. Muy pronto se dio a conocer en los debates televisivos sobre política y escribió el libro Por qué soy comunista. Llevará Consumo y él siempre ha sido un fuerte perseguidor contra las casas de apuestas.
El magistrado Juan Carlos Campo asumirá la cartera de Justicia tras más de tres décadas dedicadas a la judicatura y a la gestión, una carrera en la que ha compaginado los tribunales con cargos políticos en la Junta y el Gobierno central.
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