Minicrisis deportiva en el Xerez Deportivo Fútbol Club que se quiere cerrar de la forma menos traumática posible, que es trayendo jugadores que vengan a reforzar, no solo a sumar, y que le den un plus al equipo en busca de estar a final de temporada en disposición de ascender a Segunda División B, para lo que será obligatorio quedar entre los cuatro primeros y afrontar la promoción de ascenso.
Que el entrenador está cuestionado por la afición es normal, porque los resultados no son los que se podían esperar, que el entrenador, aunque ahora mismo parece que no se le cuestiona desde dentro del club, depende en exclusiva de los resultados es tan cierto que una nueva derrota en Lebrija, ante el Atlético Antoniano, podría producir un efecto dominó y lo que hoy es respaldo mañana puede ser adiós. Es la ley del fútbol. No hay otra. En el fútbol se pueden inventar una y mil cosas pero al final los que mandan son los marcadores de cada jornada. De todas formas los jugadores que están también tienen que reflexionar y hacer autocrítica como el pasado domingo la hizo Alex Colorado, que, en sala de prensa, indicaba que “el vestuario está hundido”. La derrota ha sido “otro palo más” tanto para el equipo como para la afición, decía . El centrocampista jerezano no encontró explicaciones a que en prácticamente el único acercamiento del Arcos a la portería azulina se fuese el partido. “Un centro en el que le da mal la mete dentro. Cada vez queda menos y tenemos que estar arriba”.
Para Colorado una de las claves del partido estuvo en la expulsión de Fran Ávila. “Creo que si no nos quedamos con diez no perdemos. Empezamos bien el partido, el público estaba con nosotros, hemos llegado mucho por banda, pero al final nos pasa como siempre, la pelota no entra. Van pasando los minutos, nos quedamos con diez, entra el nerviosismo y luego llega el gol de ellos de aquella manera. Algo se está haciendo mal, tenemos que espabilar porque tenemos que estar arriba sí o sí”.
Continuaba explicando que cualquier fallo, por mínimo que sea, termina siendo una losa muy grande a la que hacer frente. “Esta vez ni siquiera ha sido un fallo y nos ha costado un gol. Ya con diez lo hemos intentado, pero no ha podido ser”.
De momento, no obstante, la minicrisis se quiere cerrar con tres fichajes. Uno, ya lo avanzó este medio la pasada semana, puede ser Mika, delantero centro del Marino de Luanco, que la pasada campaña hizo 29 goles en la Gimnástica Segoviana. Puede venir, aunque no es fácil. Ya Edu Villegas lo quiso traer en pretemporada. El fichaje estaba prácticamente hecho, pero al final se metieron los asturianos de por medio y terminó firmando por el cuadro de Luanco. Edu Villegas ha seguido en contacto con el futbolista y ahora se abre de nuevo esa alternativa. No es fácil, pero tampoco es imposible y se va a seguir haciendo un esfuerzo negociador para que el jugador termine recalando en las filas azulinas.
Por otra parte se busca un centrocampista, bien con llegada o bien para que sea el lugarteniente de Adri Rodríguez y bien Alex Colorado o bien Sergio Narváez puedan adelantar su posición en busca de ese último pase que dé claridad al delantero y que es algo que puede estar pesando, la falta de ese último pase, el jugar algo más por dentro y no tanto por bandas buscando el remate.
No se descarta la llegada de un tercer jugador que actúe en banda, nunca un lateral porque se entiende que con Alain, Marcelo y Fran Ávila el equipo está bien compensado en esa zona. Se trataría de un extremo que además pudiese actuar, en un momento determinado por dentro.
Los fichajes se quieren hacer sin prisas pero también sin pausas porque ya no valen equivocaciones, se quiere firmar sobre seguro porque el equipo necesita conseguir cuanto antes ganar los partidos.
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